Como corresponde al grupo mediático empresarial cogobernante con la dictadura argentina y responsable de la tutela neoliberal a la democracia, para Clarín en Bolivia no hubo golpe de estado.

El riesgo no puede ser más escalofriante. No es sólo que Clarín provoca golpes y asesinatos sino que niega los hechos de modo radical. Son, además de muchas otras cosas, además de delincuentes, un problema para la salud mental de los ciudadanos.

Imagen: La Cámpora.

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