La protesta en Jujuy contra la Constitución que consagra la suma del poder público para el dictador Gerardo Morales adquiere nuevas formas. Intentan conseguir la solidaridad de la gente de bien. Simulan crucifixiones.

Crucifixiones en La Quiaca: «Queremos que se caiga la reforma constitucional»

Siete personas se crucificaron esta mañana en el acceso a la localidad de La Quiaca, en el marco del corte de ruta que se mantiene desde hace 12 días en rechazo a la reforma constitucional aprobada la semana pasada.

Este martes, la ciudad fronteriza celebra el día de su patrona, la Virgen del Perpetuo Socorro. La jornada inició con una procesión de la que también participaron manifestantes que mantienen desde el corte de la Ruta 9, en el acceso a esta localidad.

Plácida Nieve, de la comunidad Oratorio, señaló en diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5): «Estamos en el corte porque el gobierno no baja la reforma y nosotros queremos que caiga, porque somos los perjudicados».

Las cruces se instalaron a ambos lados de la ruta. La modalidad fue iniciada en 2002 por el sacerdote Jesús Olmedo. En esta oportunidad, participaron seis mujeres y un hombre, integrantes de organizaciones sociales y gremios, a los que se sumaban comuneros y comuneras.

En lugar de la leyenda del Cristo, INRI, en las cruces se colocaron carteles: «Sí a los derechos, no a la reforma»; «Abajo la reforma»; «Arriba los salarios, abajo la reforma»; «La Quiaca presente, abajo la reforma».

«El gobierno no nos escucha. Nosotros como comunidad siempre queremos seguir adelante, ser escuchados», dijo Plácida.

La periodista Silvia Martínez, desde la ciudad de La Quiaca, se refirió a las declaraciones del gobernador Gerardo Morales, quien aseguró que el intendente local, Blas Gallardo, estaba dándoles dinero a quienes sostenían el corte. «Aquí están, cada uno en su penhouse, cómodos, con calefacción y cocina a gas», ironizó en diálogo con El Submarino Radio. 

Fuera de todo sarcasmo, Martínez describió la manera en que las comunidades de la zona, con el acompañamiento de organizaciones que integran la Multisectorial contra la Reforma, llevan adelante la protesta: «Están separados por tarimas, aislados con cartones. Las dos primeras noches llegaron a soportar 10 grados bajo cero».

«Las comunidades se organizan -continuó-. Las que están más lejos, se quedan más tiempo; y las que están más cerca, se relevan cada dos días».

Sobre la decisión de organizar las crucifixiones, Martínez explicó: «Lo hacen porque no hubo mayor repercusión de lo que está pasando en La Quiaca, ni una sola palabra del gobernador para el sector de la puna, en particular los departamentos de Yavi y Santa Catalina. Entonces, con la paciencia que caracteriza a nuestra gente, se fue resistiendo».

«La Quiaca es un punto realmente muy importante, geopolíticamente, que ha sido tomado en cuenta sólo cuando hay problemas graves, como grandes contrabandos. Pero es un punto muy ignorado, como lo es toda la puna. Por lo tanto, la gente decidió que había que hacer alguna acción que provocara al menos la mirada y la atención. Y estas crucifixiones son impactantes», señaló.

La periodista comentó que las protestas en ese lugar de la provincia fueron «tan pacíficas que la policía ni participó». En este sentido, relató que los efectivos estuvieron apostados dos días a unos 500 metros del corte pero sin participar. «Creo que tuvo que ver un diálogo que tuvo el intendente con el jefe de la regional para que evitara todo tipo de acción violenta», analizó.

Pasados esos dos días, la policía se retiró del lugar. Cuando Nación mandó a Gendarmería, los efectivos de esa fuerza se mantuvieron hasta ahora a una distancia prudencia, sin armas. «Jamás se acercó a molestar ni a impedir nada», contó Martínez.

«La gente necesita una respuesta del gobierno. De cualquiera de los gobiernos. Porque Gerardo Morales acciona lastimando física y psicológicamente, ignorando, pero el gobierno nacional no dice nada, no gestiona nada, y eso también está lastimando a la gente», analizó.

Fuente: El Submarino Jujuy. Link. Imagen: Télam – lavacatuitera.

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