Ante los anuncios de la derecha de volver a saquear Aerolíneas Argentinas, Máximo Kirchner presenta un proyecto de resguardo para la línea de bandera.

Máximo Kirchner presentó un proyecto en defensa de Aerolíneas Argentinas

El diputado nacional presentó un proyecto que propone modificar la Ley 26.466, para prohibir la transferencia de las acciones de Aerolíneas Argentinas sin la autorización del Congreso de la Nación. En el contexto actual, donde los candidatos de Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza hablan de privatizar empresas públicas, entre ellas Aerolíneas Argentinas, resulta prioritario garantizar su protección.

Hace 15 años el gobierno de la actual vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, recuperaba la aerolínea de bandera. Se trató de una decisión política y de gestión económica. En 2008 el Estado argentino pagaba los salarios de los trabajadores de Aerolíneas Argentinas y también el combustible a los aviones.
En 2008, el Estado se hizo cargo de recuperar una empresa de valor estratégico para la República Argentina, que fue un caso paradigmático de las privatizaciones en la década del 90 y que fue vaciada en perjuicio, no solo de los trabajadores y trabajadoras de nuestra línea de bandera, sino también de todo el pueblo argentino.

El diputado nacional y actual candidato por la provincia de Buenos Aires a renovar su banca, Máximo Kirchner, presentó en el día de la fecha un proyecto que propone “introducir un párrafo quinto al artículo 1° de la Ley 26.466, con el fin de replicar el requisito establecido en el art. 10 de la Ley 26.741 de YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales), en cuanto a la prohibición de la transferencia de las acciones sin la autorización del Congreso de la Nación votada por las dos terceras partes de sus miembros”.
En este sentido, se agrega que “si bien la Ley 26.466 declara la utilidad pública de las acciones de Aerolíneas Argentinas S.A., no previó un mecanismo que limite la transferencia de aquellas acciones, por lo que es necesario establecer el alcance de dicha utilidad y plasmar una de las voluntades de la ley – o el espíritu o finalidad”.

En el marco de la campaña electoral, los principales candidatos a la presidencia de la nación (Milei, Larreta y Bullrich) han dejado en claro sus pretensiones privatizadoras, de ajuste y quita de subsidios en relación con Aerolíneas Argentinas. Se trata de discursos irresponsables, alejados de la mirada estratégica y de la realidad de la empresa. Solo en materia de conectividad, la aerolínea de bandera es el principal motor de la expansión del mercado local, pasando de transportar 5.700.000 en 2008 pasajeros a 11.685.000 en 2022 y con expectativa de superar en 2023 los 13.500.000 pasajeros, cifra que sería récord para la compañía.

Una vez más, pretenden convencer a los argentinos y argentinas con falacias basadas en argumentos que ya esgrimieron durante los años ’90 y que permitieron la privatización de empresas que gestionadas por el sector privado no obtuvieron resultados y generaron desempleo, falta de conectividad, vaciamiento y el abandono de recursos estratégicos para el desarrollo.

El proyecto presentado por Máximo Kirchner, pretende resguardar y proteger lo conseguido y ahuyentar a los “fantasmas privatizadores” y poner límites a quienes disfrazados de eficientes gestionadores privados lo único que han hecho, es “utilizar al Estado como la fuente de financiamiento de pingües negocios personales en detrimento de nuestro país y de los argentinos y argentinas”.
En manos del Estado la empresa no solo ha crecido, sino que ha recuperado rutas y garantiza la conectividad para todos y todas. Cuando eligen repetir en set televisivos que Aerolíneas es deficitaria -como hiciera hoy el jefe de gobierno porteño, Rodríguez Larreta- se ignora y niega la realidad.

Algunos datos a considerar

A diferencia de lo que indican “los charlatanes de feria” que promueven el discurso privatizador, los datos financieros durante la primera gestión estatal (2010-2015), la gestión macrista y la actual, evidencian que: entre 2010 y 2015, se redujo el déficit año tras año y la empresa terminó con un déficit de 200 millones de dólares. Entre 2018 y 2019, los dos últimos años del gobierno de Mauricio Macri, el resultado fue de 552 millones y 667 millones de dólares de déficit respectivamente. En 2020, aún en plena pandemia y crisis de todas las compañías aéreas a nivel global, se redujo a 654 millones de dólares y en 2021 se cerró con 438 millones de dólares de déficit.

Durante 2022, los aportes del Estado a la empresa fueron de 353 millones de dólares, lo que representa el 50% de lo recibido en 2021. Aerolíneas recibió solo el 65% del presupuesto proyectado para ese año. De un presupuesto de 72 mil millones de pesos, aprobado por la ley de presupuesto, solo se utilizaron 47 mil millones, pero Aerolíneas giró al tesoro 83.000 millones de pesos en impuestos pagados. Esto significa que si Aerolíneas no existiera, el tesoro perdería 36.000 millones de pesos de recaudación de impuestos. Y este año es mayor la diferencia: el tesoro giró 6.000 millones de pesos y Aerolíneas transfirió 82.000 millones de pesos.

En cuanto al impulso que el transporte aéreo genera en la economía, en el año 2022 Aerolíneas aportó 6000 millones dólares al PBI nacional, y además tuvo la pérdida más baja desde la reestatización: 246 millones de dólares. No sólo se está logrando que la compañía requiera menores aportes, también su peso relativo en el presupuesto nacional se achica año tras año. En 2023, Aerolíneas representa el 0,31% del presupuesto total de gastos mientras que en 2019 era de 0,48%.

El macrismo hoy representado por Larreta y Bullrich le hicieron mucho daño nuestra aerolínea de bandera; redujeron recursos y perjudicaron el desarrollo que venían teniendo las empresas argentinas hasta el año 2015. Durante el anterior gobierno el Estado invirtió menos en Aerolíneas Argentinas a través de un mecanismo de ajuste de las partidas tal como lo hicieron en otras áreas tan sensibles como la salud y la educación.

Como se explica en los fundamentos del proyecto, quienes se venden como eficientes dejaron “una deuda comercial y financiera de mil millones de dólares, una flota de aviones abandonada e inoperativa, y cancelaron varias rutas internacionales como Barcelona, Brasilia, Belo Horizonte, La Habana, Caracas, Córdoba-Miami, entre otras. Como hicieron con las cuentas públicas del país, la única producción que fomentaron fue la del endeudamiento”.

Mucho se escucha a Larreta hablar de los subsidios y de la preocupación por “el gasto” que le representa Aerolíneas al Estado nacional, sin embargo mientras gestionaron la empresa “acrecentaron los costos en materia de publicidad”. Teniendo en cuenta que la inversión en publicidad se define a partir de un porcentaje de las ventas proyectadas, no deja de sorprender que “mientras que en la primera parte de la gestión estatal (2008-2015) el índice promedio se mantuvo en el 0.52% de los ingresos, terminando la gestión en 2015 con 0,37%, durante la gestión macrista las partidas de publicidad se incrementaron de manera exponencial año a año. Luego de un 2016 con muy poca inversión (0,18%), en 2017 el costo en ese rubro fue de 1,15%, 2018 de 1,22% y en 2019 de 1,93%, lo que representó sólo durante ese año más de 1.400 millones de pesos o su equivalente en dólares de 24 millones”.

En la actual gestión, nos encontramos que durante el 2022 el porcentaje de los ingresos destinado a la publicidad fue de 0,22%. Además, desde la reestatización hasta la fecha, los pisos históricos también ocurrieron durante los últimos años: ante la crisis aerocomercial producto de la pandemia, en 2020 y 2021, redujimos esos costos al apenas 0,01% y 0,02% de los ingresos, respectivamente. Se trata además de la única empresa que vuela a todas las provincias del país, conectando Buenos Aires con 38 destinos de cabotaje y a 21 destinos internacionales. Cuenta con 43 rutas entre ciudades sin pasar por la capital. Hay 21 rutas troncales a las que no llega ninguna otra aerolínea y de los 43 tramos entre provincias, hay 38 tramos que no son ofrecidos por ninguna línea aérea privada. Si hablamos de federalismo en serio, de conectar al país con mirada productiva, nuestra aerolínea de bandera estatal resulta fundamental.

El transporte aerocomercial privado, por una cuestión lógica, solo realiza vuelos rentables, mientras que el objetivo de Aerolíneas Argentinas es mayor, es estratégico y está al servicio del desarrollo nacional. Los gestores privados de Aerolíneas Argentinas nunca habían ofrecido vuelos regulares en tantas ciudades nacionales como hoy lo hace la administración estatal.

Además, la empresa tiene una estrategia regional enfocada al turismo receptivo que sería de imposible realización si no fuera desde el sector público. Bariloche, Salta y Córdoba cuentan con vuelos directos desde San Pablo durante todo el año, mientras que durante la temporada de invierno se suman San Martin de Los Andes, Ushuaia y Mendoza. Se volvieron a incorporar rutas que habían quedado desconectadas durante la “revolución de los aviones” como Puerto Madryn y Merlo en San Luis con la capital. ¿Qué compañía aérea iba a apostar al desarrollo del norte argentino como destino para el turismo extranjero u ofrecería tanta cantidad de vuelos hacia todos nuestros centros de esquí? La única que puede hacerlo, es una compañía que funcione al servicio de los intereses nacionales.

Fuente: Primereando. Link. Imagen: El Litoral.

Hacer Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.