Luis Almagro, secretario general de la OEA, enfrentó un escrache en que le gritaron verdades de a puño. Su responsabilidad en el golpe en Bolivia, el crimen de Sebastián Moro y el bloqueo a Venezuela entre las tropelías del funcionario.

Almagro y Blinken fueron increpados en público previo al inicio de la Cumbre de las Américas

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) disertaba acerca de la libertad de prensa, cuando un hombre joven lo increpó por su actuación durante el golpe de Estados de 2019 en Bolivia y en la situación venezolana.

POR FRANCISCO ALCÁCER, ENVIADO ESPECIAL

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, pasaron este martes un mal trago al ser increpados por integrantes de un auditorio durante un evento oficial de la Cumbre de las Américas que se celebra en Los Ángeles.

Blinken y Almagro eran los dos únicos oradores del cierre de una conferencia sobre libertad de prensa, democracia y derechos humanos en América y formas de promoverlos, y cada uno había terminado su disertación, una seguida de la otra, y por separado, cuando recibieron la recriminación de dos asistentes al evento.

El reclamo a Almagro fue el más airado, de parte de un joven que le gritó acusaciones de larga data de haber promovido el golpe de Estado de 2019 en Bolivia al expresidente Evo Morales.

También lo señaló como responsable de la «masacre» de 26 personas en protestas contra la destitución de Morales y de lo que calificó de «asesinato» de un periodista argentino, Sebastián Moro, muerto en La Paz en esos días mientras cubría la crisis política.

El joven, vestido con camisa celeste y pantalón gris oscuro, le dijo a Almagro que era un «títere de Estados Unidos» y una herramienta en los planes de Washington de saquear los recursos naturales de Bolivia, y que por eso alentó la asonada que terminó con la renuncia forzosa de Morales y su exilio en México primero y en Argentina después.

«¡Eso no es verdad! ¡Retráctese! ¡Retráctese porque le está mintiendo a la gente que está acá!», le respondió Almagro en inglés, sentado en un sillón al lado de una periodista moderadora luego de su intervención.

El individuo, que hablaba en inglés con acento estadounidense, le enrostró también haber apoyado otro golpe de Estado en la región, en Venezuela, al reconocer al líder opositor Juan Guaidó como presidente del país en lugar del presidente Nicolás Maduro.

Una mujer integrante del auditorio pedía al sujeto, también a los gritos, en inglés y en español, que se retirara del lugar.

Al cabo de varios minutos, dos agentes de policía -una mujer y un hombre- escoltaron al hombre hacia la salida del salón donde se desarrollaba la conferencia.

Fuentes policiales del operativo de seguridad dijeron a Télam que no podían divulgar la identidad del hombre pero aseguraron que, una vez retirado del lugar, fue liberado sin que se le formara ningún tipo de procedimiento judicial.

Almagro continuó su diálogo con la moderadora, pero se lo vio visiblemente nervioso hasta que abandonó el escenario.

Al cabo de unos minutos, subió Blinken, quien habló de las desafíos que enfrenta la prensa libre en América y lo crucial que es la libertad de prensa y el combate a la desinformación para el buen funcionamiento de las democracias.

El jefe de la diplomacia de Estados Unidos había terminado de hablar parado en un estrado cuando un integrante del auditorio le cuestionó el apoyo de Estados Unidos a la monarquía absoluta de Arabia Saudita y al primer ministro de Haití.

El príncipe heredero de Arabia Saudita ha sido señalado por la inteligencia estadounidense como posible responsable del asesinato del periodista saudita Jamal Khashoggi en el interior del consulado del reino en Estambul, Turquía, en 2018.

Khashoggi era un periodista crítico de la monarquía saudita. Ingresó al consulado un 2 de octubre y nunca salió.

Cinco personas fueron condenadas en Arabia Saudita por su homicidio, entre ellos agentes de seguridad que según el reino se excedieron en el cumplimiento de una orden de detención del periodista, de 51 años. Su cuerpo nunca apareció.

El premier haitiano Ariel Henry gobierna en Haití sin un Parlamento y en medio de una grave crisis política crónica pero agravada por el asesinado del expresidente Jovenal Moise, en julio de 2021 en su domicilio particular, y el accionar de pandillas criminales.

Blinken trató de evitar el intercambio al principio con evasivas, pero el hombre, que hablaba con firmeza pero sin llegar a gritar, no cejó, y el secretario de Estado finalmente le respondió.

«Seguimos trabajando por una transición que lleve a elecciones justas que sean apoyadas por todo el pueblo de la nación» y ayudando a las autoridades a lidiar con la violencia de las pandillas.

Blinken no hizo comentarios sobre Arabia Saudita.

Fuente: Télam. Link. Imagen: Noticias al día y a la hora.

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