Otro femicidio múltiple en Mendoza. Estupor en la sociedad. La política y la cultura no responden.

Masacre del Trapiche: el asesino también usó una botella para atacar

Daniel Zalazar, profesor de taekwondo, mató a su mujer y madre de su beba, y a una tía y a la abuela de ella. También hirió gravemente a su propia hija de diez meses y a un hermanastro de la niña, de 11 años. Cayó en el Hospital Central. Un niño se salvó de la tragedia y dio aviso a un familiar. Tras los hechos, quiso hacer explotar la casa para hacer creer que hubo un incendio. Conmoción nacional.

Por: Exequiel Ferreyra y Gabriela Guilló

El llamado ingresó minutos después de las 8 de ayer. Era la voz de un niño que aseguraba que “su papá” estaba matando a su mamá. La comunicación la recibió un familiar, y este dio aviso al 911. El pequeño se había escondido en el baúl de un auto y así pudo salvar su vida. A los pocos minutos arribaron a la escena los policías de la UEP de Godoy Cruz y dieron con la vivienda, ubicada en calle Entre Ríos al 1650 del tradicional barrio Trapiche. 

La puerta estaba cerrada. La patearon e ingresaron: se encontraron con dos cadáveres en el pasillo y un tercero arriba de una cama, en una de las tres habitaciones. Los pisos estaban llenos de sangre. En la otra pieza, una beba de 10 meses y un chico de 11 años, su hermanastro, se quejaban de dolor. Presentaban gran cantidad de cortes y anoche su estado era crítico.

El caso generó un fuerte impacto en la zona, la policía, los pesquisas judiciales y el país: tres mujeres fueron asesinadas por un hombre que rápidamente fue identificado como Daniel Zalazar, un profesor de taekwondo de 29 años –nacido en noviembre de 1986– oriundo de Santa Cruz, que también atacó a dos niños, entre ellos, su propia hija bebé. Hacía diez años que estaba radicado en Mendoza y vivía con la hermana en una casa de Ciudad.

Lo capturaron en el Hospital Central cuando, a las 9.30, ingresó para que lo atendieran de algunas heridas que presentaba en un brazo y una mano. Les comentó a los médicos que lo habían asaltado y lesionado. Lo que no sabía era que ya había ingresado un alerta policial buscándolo. Quedó detenido. No dijo nada y lo llevaron hasta la Comisaría Séptima. 

Zalazar, quien ayer por la tarde fue imputado, casi no habló durante su estadía en la dependencia ubicada frente a la plaza departamental. Sólo repetía una y otra vez que no sabía por qué estaba preso, ya que había sido víctima de un hecho de inseguridad. Hoy pasará a la cárcel.

Las víctimas fatales fueron identificadas como Claudia Lorena Arias (30) –ex pareja de Zalazar, madre de su beba y estudiante de Instrumentación Quirúrgica en el Instituto San Agustín–, a la que el hombre atacó y causó graves lesiones; Susana Ortiz (45), una bromatóloga de Aguas Mendocinas y tía de Arias; y Silda Ceferina Díaz, madre de Ortiz. 

La raíz del triple crimen nació en la relación entre Zalazar y Arias. La pareja se había conocido en las clases de taekwondo y había nacido una beba producto de esos encuentros. La joven ya era madre de tres niños, una niña de 13 y dos varones de 11 y 9 años. Por causas que son motivo de investigación, Zalazar no le dio el apellido a la beba y la pareja se rompió. No había denuncia de violencia de género, y los encuentros entre ambos eran esporádicos. 

Ayer, durante la madrugada, el profesor de artes marciales fue hasta la casa del barrio Trapiche y atacó a dos mujeres mayores en primera instancia. A Susana le dio un golpe fuerte en la cabeza con una botella y con los restos de vidrio que quedaron en sus manos en forma de punta, que se trasformaron en un arma, comenzó a atacarla. 

Fuentes policiales contaron que luego abordó a su ex pareja y la apuñaló. Los detectives sostienen que también llevaba un arma blanca. Los cuerpos de Arias y Ortiz quedaron tendidos en el pasillo. Luego fue atacar a la mujer mayor –tenía más de 80 años–, que dormía en una de las piezas. La degolló. Las tres mujeres murieron por un shock hipovolémico, es decir, desangradas. 

Zalazar, agregaron las fuentes, posteriormente fue a la otra habitación y atacó a uno de los hijos de la mujer. Lo acuchilló en el pecho, en el abdomen y en la espalda. Más tarde, fue directo a su hija de diez meses y le hizo un corte en el cuello. La hija más grande de Arias no estaba en la casa. Se había ido a dormir a la casa de una amiga en Chacras. El cuarto hijo de la mujer alcanzó a refugiarse en el baúl del auto y llamó a un familiar. 

Zalazar pensó en cometer los asesinatos, contaron los efectivos que anoche reconstruyeron el caso. Se basaron en que intentó que la casa explotara: encendió un par de velas y abrió las hornallas de la cocina. Comenzó a salir el gas, pero los policías que llegaron hasta la escena lograron desactivar el macabro plan. 

El caso generó impacto nacional. La repercusión y el dolor no tardaron en llegar. Zalazar fue imputado y hoy estará en la cárcel.

Fuente: elsol.com.ar. Link. Foto: elsol.com.ar

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