Su carta de presentación suele ser la creación de trabajo. Enumeran los puestos de trabajo directos que generan. Sin embargo numerosos estudios demuestran que por cada puesto de trabajo que se crea en un centro comercial se destruyen entre 2 y 11 puestos existentes.

Algunos análisis y preguntas deberían alcanzar para entender la lógica.

Lo que hoy compran las familias en los comercios barriales o supermercados chicos es reemplazado por el gran centro comercial. Esos comercios venden menos y algunos se tornan inviables. El trabajo que crean los centros comerciales sustituye el trabajo que antes tenían otros minoristas más chicos. Pero no lo sustituye uno a uno. Es decir cada puesto que crea el centro comercial no reemplaza un puesto en los almacenes, reemplaza muchos puestos en los almacenes.

Pero ahí no acaba el asunto.

Los almacenes, los comercios chicos, venden productos locales, el centro comercial, difícilmente. En el negocio barrial podés encontrar pan que elaboran en el barrio, miel de un apicultor pequeño y hasta empanadas los domingos. En el centro comercial también encontrás pan, miel y empanadas, seguro, seguro también que vienen de grandes empresas, probablemente radicadas en Buenos Aires. También por esta vía los centros comerciales destruyen trabajo. Destruyen el trabajo de productores locales.

Pero tampoco aquí acaba la cosa.

Los empresarios tienen una renta. ¿Qué hacen con esa renta?

El dueño del almacén del barrio cambia la camioneta, hace su casa, en definitiva, en términos generales, la invierte localmente. El centro comercial… vaya a saber.

Algunos links sobre el tema:

http://www.ecologistasenaccion.org/article19553.html

http://www.burbuja.info/inmobiliaria/burbuja-inmobiliaria/529059-incidencia-de-centros-comerciales-y-grandes-superficies-economia-real-y.html

http://www.pensamientocritico.org/josall1108.html

La imagen corresponde a la pintura de Ernesto De La Cárcova, Sin pan y sin trabajo

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