Ya habían envenenado su departamento en complicidad con Bonadío. Ahora liberaron la zona y atacaron a Cristina con piedras en una nueva tentativa criminal. Hay una investigación en marcha.

La pintura, las piedras y los ocho sospechosos

Las hipótesis de la investigación por el ataque a Cristina Fernández de Kirchner

La jueza federal María Eugenia Capuchetti analiza el ataque al despacho de la vicepresidenta, ocurrido el jueves pasado, como un hecho planificado. Ya hay al menos ocho personas identificadas que no tendrían afiliación política y se sospecha que fueron contratadas para la ocasión. El principal interrogante de la pesquisa es quién organizó a los agresores.

Por Irina Hauser

Cristina Fernández de Kirchner publicó en su cuenta de Twitter un video que muestra los momentos claves de la pedrada que destrozó los vidrios de su despacho en el Senado. El texto que acompaña las imágenes destaca dos elementos centrales: los agresores marcaron la ventana con bombas de pintura roja y la policía porteña tardó cerca de 20 minutos en intervenir. Fue un ataque, escribió la vicepresidenta, «que alguien planificó y mandó a ejecutar». La hipótesis de un hecho planeado y organizado es analizada por la jueza federal María Eugenia Capuchetti, a cargo de la investigación, donde ya fueron identificadas por lo menos ocho personas que no tendrían afiliación política al menos detectada hasta el momento y la sospecha es que pudieron haber sido contratadas para la ocasión.

La individualización de los sospechosos se logró con un software de identificación facial de la Policía Federal, que además vincula las caras con información personal. Algunos primeros datos fueron entregados a la jueza Capuchetti por representantes de la fuerza que ayer se reunieron con ella, quien esperaba entrada la tarde los resultados de una larga lista de medidas y el sumario policial completo. Las personas implicadas hasta ahora tienen entre 20 y 25 años, al parecer no guardan conexión entre sí ni vinculaciones políticas claras, por lo que sospecha que fueron contratados para este ataque específico y dirigido, que de casualidad no causó heridas a nadie, ya que en la oficina privada de la vicepresidenta estaban junto con ella, cuando empezó el ataque, el diputado Máximo Kirchner, la senadora Anabel Fernández Sagasti y el senador Oscar Parrilli.

El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, ya había dicho que «los piedrazos a la oficina de Cristina fueron sin duda deliberados» e informó que el tema estaba «judicializado». Lo planteó cuando salió a cruzar al secretario general de La Cámpora y ministro de Desarrollo bonaerense, Andrés «Cuervo» Larroque, quien había cuestionado «el silencio y la parsimonia del gobierno frente al ataque». El ministro Fernández le retrucó también que el Presidente se había comunicado con ella y con un colaborador y que a él lo instruyó «para que actuemos con rigor como lo hicimos y sin reprimir». El nuevo tuit de CFK se inscribe en ese escenario y es emergente de la tensión dentro del Frente de Todos ante el acuerdo con el FMI, que se profundizó desde la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque oficialista de Diputados. Recién ayer el jefe de Gabinete, Juan Manzur, repudió el ataque al despacho de la vicepresidenta «en nombre del gobierno nacional».

Las imágenes que difundió Cristina Fernández de Kirchner están tomadas, explicó en su mensaje, de la cámara de seguridad de la Policía Federal que se ubica en la esquina de Hipólito Yrigoyen y Entre Ríos. El que actúa, como se observa, es un pequeño grupo separado de la movilización de organizaciones sociales y partidos de izquierda. El ataque duró 23 minutos durante los cuales no cesaban los piedrazos. A las 15.07 se advierte como tiran bombas de pintura roja contra la ventana del primer piso donde está la oficina de la vicepresidenta. Así marcaban el lugar adonde apuntarían las piedras. A las 15.12 alguien de su equipo colocó un teléfono celular como para filmar el atentado desde adentro. A las «15.21, a los 20 minutos de iniciado el ataque, llegan los primeros efectivos policiales», dice el texto que acompaña las imágenes. Ahí se ve un nutrido cordón de policías de la Ciudad de Buenos Aires. En la fuerza porteña sostienen que debían atravesar la concentración evitando una estampida y que la escena terminara en represión. En el Ministerio de Seguridad nacional no descartan que haya sido así.

Como es evidente, CFK pone en duda la demora policial y deja claro que se trató de una agresión planificada. La difusión del video -que volvió a generar cierto malestar en sectores de la Casa Rosada-, refuerza el mensaje e intenta frenar otras versiones de la oposición que buscaron trasladar las sospechas sobre el propio oficialismo y cuestionar también la ausencia de vallado. El ministro de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, había dicho que el gobierno nacional le había pedido que no hubiera vallas. El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, aclaró que la seguridad dentro del Congreso compete a la Policía Federal, pero afuera es asunto del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta.

Capuchetti investiga el atentado al Congreso, bajo los posibles delitos de daños agravados e intimidación pública. Según allegados a la pesquisa, por ahora hay ocho personas identificadas a través de diferentes videos cuyos nombres se mantienen en reserva mientras se llevan adelante medidas probatorias. Por ahora no se ha detectado que tengan antecedentes ni relación entre sí, lo que abonaría la teoría de que fueron reclutados específicamente para este ataque al despacho de la vicepresidenta. El ministro Fernández sostuvo: «La investigación está muy avanzada. No creo que hayan sido organizaciones sociales que se estaban manifestando sensatamente. Fue alguien que buscó hacer eso porque las marcas rojas no son una casualidad».

En la Justicia porteña también tramitan dos causas por episodios en la zona de la Plaza de los Dos Congresos cuando la Cámara de Diputados debatía el acuerdo con el FMI, por atentado contra la autoridad, lesiones y daños, que son delitos de su competencia. En uno de los expedientes la Unidad de Flagrancia Este del Ministerio Público Fiscal, a cargo de Mariano Camblong, pidió la prisión preventiva de un hombre llamado Oscar Santillán (quien sí estaría vinculado a una de las agrupaciones movilizadas), que fue firmada por el juez Penal Contravencional y de Faltas Norberto Circo. La jueza Capuchetti rastrea conexiones con ese expediente también.

Más allá de la autoría directa del ataque, el principal interrogante es quién organizó a los agresores, que actuaron con un objetivo nítido. CFK remarcó en el primer video que difundió la gran «paradoja» que advertía en el ataque: «El despacho de quien hizo frente a los fondos buitres, quien mantuvo fuera del país al FMI, cumpliendo el legado de mi compañero Néstor Kirchner que además construyó con su decisión el Frente de Todos que permitió derrotar a Mauricio Macri. ¿Paradójicamente o intencionalmente?», se preguntó. Se espera que en la investigación judicial en Comodoro Py pronto haya novedades.

Fuente: Página/12. Link. Imagen: Diputados Bonaerenses.

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