Macri a través de su primo Calcaferro utiliza prebendas públicas y tráfico de influencias para quedarse con un negocio que es una papa.

Fabio Calcaterra, primo de Mauricio Macri, se quedó de modo fraudulento con las mejores tierras irrigadas del desierto en que se asienta Mendoza. Sumó a eso la gestión del gobernador Cornejo para regalarle beneficios fiscales y hasta una mina para la familia.

Cornejo ya había regalado una mina a los Macri.

Mientras los empresarios provinciales están fundidos, estos chorros abren plantas impresionantes con el producto del saqueo.

Entre papas fritas y el bono fiscal, el negocio de Calcaterra en Mendoza

Los beneficios del estado con Simplot Argentina y la falta de proveedores locales para la obra

Por DANIEL GALLARDO 

Las ambiciones y los negocios con el sello Calcaterra no concluyeron con la planta y frigorífico de papas de Pareditas (San Carlos) en el Campo Los Alamitos que está demandado ante estrados judiciales. Con la venia de la actual administración mendocina y el beneficio de un jugoso bono fiscal de $60 millones están prontos a inaugurar con algunos socios internacionales otra planta. Esta vez en las afueras del Gran Mendoza, específicamente sobre el corredor internacional a Chile, a pocos metros del ingreso al penal provincial de Almafuerte, en el departamento Luján de Cuyo.

Sobre la Planta Mendoza, nuestro diario tuvo una única posibilidad de entrevistar a los empresarios. Ahí habló escuetamente Federico Orlando (responsable del proyecto), quien tras la visita al complejo de funcionarios del Gobierno provincial dijo: “En San Carlos producimos papas prefritas congeladas. La fábrica de Mendoza es necesaria porque está cerca de la materia prima, por eso ha requerido una inversión de US$ 100 millones”.

De acuerdo a lo informado oficialmente a El Ciudadano por el Poder Ejecutivo de Mendoza, “el emprendimiento es de gran envergadura con una inversión inicial de US$ 100 millones, que podría crear 200 puestos de trabajo. Recibiría, una vez en marcha, 180 mil toneladas de papas provenientes de 2 mil hectáreas de pequeños y medianos productores de la zona y de las casi 6 mil hectáreas sembradas en el emprendimiento de la empresa en Pareditas. Todo esto para llegar a la fabricación de 100 mil toneladas de papas fritas al año”.

Las 6 mil hectáreas a la que se refiere el informe oficial, pertenecen al cuestionado Campo Los Alamitos. Parte del gran proyecto con el que Calcaterra y sus socios de Simplot Argentina habrían entusiasmado a la Administración provincial con el atractivo rótulo de que aquí se fabricaría el 50% de las papas fritas congeladas que se necesitan en la región Mercosur.

Todo un combo que encerraría y profundizaría la posible irregularidad de un campo en litigio en el que hay humildes campesinos herederos que, hasta ahora, por negligente lentitud de la Justicia, no han recibido un céntimo por esas tierras. A lo que se agrega que el Gobierno beneficia a Calcaterra por su nueva planta en Mendoza con un millonario bono fiscal, decisión que es observada con ceño fruncido por algunos emprendedores e industriales. Estos últimos, ligados fundamentalmente a la metalmecánica, sector que se ha visto en este emprendimiento, como en otros,perjudicado por la política con la que el Gobierno encara obras, que no los tiene en cuenta, según viene observando públicamente la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Mendoza. Donde, además, se habla de la falta de protección al «compre provincial» y la colocación de cláusulas de contrataciones sobre el mismo a inversores foráneos.

A propósito de la nueva planta de Calcaterra, dicen los industriales del rubro metalmecánico que “toda su estructura metálica fue construida en Santa Fe por la empresa Cinter SA y que el equipamiento industrial que tendrá el complejo viene de Europa. En Mendoza no fue consultada ninguna empresa que fabrica lavadoras y peladoras de papas. Tampoco se habló con envasadoras o finales de línea para paletizar cajas y otros equipos necesarios”, remarcan desde la entidad.

El Ciudadano pudo constatar además que el Gobierno ni siquiera consultó aquellas empresas mendocinas dedicadas a la producción de bienes de capital para este tipo de plantas. Sí se sabe que solo se tuvo en cuenta trabajos de electricidad de una pyme del este provincial. Con lo cual es comprensible la molestia de un sector que aporta el 4 % del PBG y emplea a más de 13 mil trabajadores, pero que sin embargo está siendo ignorado.

Es indisimulado el beneficio y la apertura de todo tipo de oportunidades que en Mendoza recibe el clan Calcaterra. Donde pareciera ser que no hay límites, ni normativas para que la familia de fuertes lazos sanguíneos con el presidente de la Nación, Maurio Macri, cumpla aquí. Quizá, la excepción sea el codiciado predio de La Remonta (Campo Los Andes, Tunuyán) donde la férrea defensa de pobladores de la zona y presentaciones judiciales en Mendoza y en Buenos Aires, lograron detener la venta del lugar donde se asentaba nuevamente el sello Calcaterra.

Fuente: Diario El Ciudadano. Link. Imagen: MDZol.

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