Macri encarna un plan sistemático contra la educación que incluye baja presupuestaria, ataques simbólicos y reales, disminución salarial, patotas, amenazas y estigmatización.

LA ESTRATEGIA DE AJUSTE, AMENAZAS Y “VOLUNTARIOS”

El plan del PRO para quebrar a los docentes

Tras las intimidaciones, Baradel denunció un “plan sistemático” para deslegitimar la docencia y desprestigiar la educación pública. Organismos advierten un intento por acotar la protesta.

El gobierno nacional tiene “un plan sistemático” contra la escuela pública, denunció el dirigente gremial Roberto Baradel, amenazado de muerte en el marco de la negociación paritaria de este año. En diálogo con PáginaI12, el titular del principal sindicato docente de la provincia de Buenos Aires trazó una línea entre las amenazas que recibieron él y su familia, las palabras del presidente Mauricio Macri ante la Asamblea Legislativa relativizando esas intimidaciones, la decisión del gobierno nacional de suprimir de facto la paritaria nacional docente, los recortes en las áreas pedagógicas del ministerio de Educación nacional, la campaña del gobierno bonaerense de convocar a voluntarios que suplan a los docentes que adhieran al paro anunciado para la semana que viene y la decisión de varias provincias de descontar los días de huelga, entre otras medidas articuladas desde la Casa Rosada, y apuntaladas por los medios afines, para poner en jaque al sistema educativo nacional.

“No son decisiones aisladas. Hay un plan sistemático para deslegitimar la docencia y desprestigiar la educación pública. Urdieron una estrategia que quiere poner la política partidaria por arriba del justo reclamo y de las necesidades que tiene la escuela”, señaló Baradel, que a lo largo de su carrera ha protagonizado cruentos conflictos gremiales contra gobiernos de distintas vertientes políticas. “Otras luchas fueron muy ásperas y de fuerte confrontación pero siempre transitaron por el andarivel de la política. Este gobierno intenta convertir la paritaria en una guerra”, agregó el sindicalista, para el que “el punto máximo de violencia” fueron las palabras del presidente Macri diciendo por cadena nacional que “Baradel no necesita que lo cuiden” mientras su familia está bajo custodia por las amenazas recibidas. Ayer, el escriba de los discursos macristas y profesor de “entusiasmo” del gobierno nacional, Alejandro Rozitchner, puso en duda esas amenazas: “La persona que mencionó (en alusión a Baradel) tiene un aspecto amenazante que permite suponer que no es muy frágil ni muy débil. Darle más vueltas a esa mención es buscar problemas donde no los hay”, afirmó Rozitchner, quien sugirió que el sindicalista podría estar mintiendo “por el grupo al que pertenece, porque tiene una capacidad de mentir muy grande”.

Amenazar para negociar

“Hay una pérdida de la calidad democrática”, le dijo a este diario Baradel, que nunca había recibido amenazas antes de que el PRO asumiera los gobiernos de la Nación y de la provincia de Buenos Aires. Desde entonces, se acumularon, en febrero y agosto del año pasado y, con más fuerzas, este año. Fueron siete mails con intimidaciones que apuntaban a su vida y la de sus hijos y su nieta, el primero el 2 de febrero pasado y el último ayer mismo. El más fuerte de todos lo recibió hace 48 horas, poco después de que Macri lo mencionara con nombre y apellido en la apertura de sesiones legislativas: “No sé si te quedó claro ya que nadie te va a cuidar”, dice el mensaje, enviado desde una dirección de correo electrónico anónima. Luego agrega: “Pensá bien si querés recordar esta etapa de tu vida como la vez que cambiaste la vida de un hijo por una paritaria, aún estás a tiempo.”

Estas amenazas no constituyen elementos aislados sino que se trata de acciones que atentan contra los derechos humanos del dirigente gremial amenazado y de todos sus representados, sostiene el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) que se presentó como amicus curiae en la denuncia penal que inició Baradel. “Todo parece estar vinculado a reclamos sindicales. El hostigamiento contra Baradel no es nuevo sino que ya hubo episodios el año pasado, en febrero y agosto, casualmente cuando se discute la paritaria”, explicó Diego Morales, director de Litigios de esa organización. “Las amenazas a referentes gremiales son una forma más de acotar la protesta social y el reclamo sindical”, agregó Morales.

Para el CELS, si bien “no hay tantos antecedentes en la Argentina” de episodios de amenazas a dirigentes gremiales dirigidos a condicionar las el ejercicio de la representación sindical, “el sistema interamericano de Derechos Humanos ha trabajado en casos similares en países como Colombia, Perú y Guatemala, en los que se determinó que las amenazas tuvieron como finalidad limitar las condiciones de trabajo de los representantes sindicales”. Además, Morales señaló con preocupación la intervención pública presidencial sobre el tema. “Hay que ver si estos comentarios tienen algún tipo de incidencia en la investigación judicial –observó–. El Presidente bajo ningún punto de vista puede interferir en el proceso”.

El plan sistemático

Los ataques contra Baradel fueron el último paso de una serie de situaciones inéditas respecto al sistema educativo nacional que se vivieron en las últimas semanas. Antes, el ministro de Educación, Esteban Bullrich, había decidido saltearse la paritaria nacional docente, establecida por ley desde hace una década para establecer un piso común en los aumentos salariales en todo el país, que luego se discuten provincia por provincia. En el mismo sentido fue la decisión de cerrar las doce direcciones dependientes de ese área que coordinaban con todos los distritos la aplicación de herramientas pedagógicas en común, que se dio a conocer sorpresivamente a comienzos del mes pasado. 

También pueden encuadrarse en idéntica lógica las fortísimas medidas tomadas por las provincias para evitar o castigar las medidas de fuerza de docentes, desde la convocatoria a 60 mil voluntarios que reemplacen a los docentes de paro de la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal hasta la decisión de descontar el salario de los días de huelga a quienes adhieran a la protesta. “Quieren disciplinar a los trabajadores y por eso hay ataques tan furibundos contra los gremios y los dirigentes sindicales que actuamos conforme a lo que decimos –analizó Baradel–. Si consiguen quebrarnos a nosotros van a usarnos de ejemplo para que todos los otros trabajadores del país vean que no se puede luchar contra ellos”.

Según el dirigente, este “plan sistemático” tiene como objetivo último “provocar una fuerte crisis en la educación y luego un consenso en la sociedad de que entonces hay que cambiarla”, como sucedió con la privatización de empresas a comienzos de los 90’s. Como entonces, detrás de esos que procura el gobierno está el objetivo de “hacer grandes negocios con los fondos del Estado” destinados a la educación, de la mano de grandes empresas multinacionales como Pearson, encargada de realizar los test PISA. “En el fondo lo que buscan es construir una escuela que discipline socialmente, que genere mano de obra barata y que eduque para la resignación –resumió Baradel–. Nosotros queremos una escuela pública que forme sujetos de derecho y ciudadanos críticos con el conocimiento necesario para superarse individualmente y contribuir a una sociedad más democrática y mas justa.”

En línea con la actitud del Gobierno se encuadra el tratamiento del tema que realizó el Grupo Clarín, donde en una entrevista que le realizaron en la señal TN pusieron en duda que Baradel fuera docente. “No estoy dispuesto a soportar la descalificación y deslegitimación”, respondió el sindicalista al retirarse del estudio tras la pregunta de Nicolás Wiñazki. Ayer compañeros suyos difundieron fotos que prueban su formación como educador.

Fuente e imagen: Página 12. Link

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