El mercenario Leuco fue el soldado de Magnetto en el reciente ataque a Francisco. La estocada se produjo vía Juan Grabois. Un caso ejemplar del periodismo de guerra contra los argentinos.

El programa “Los Leuco” que vomita la señal TN martes a martes se dedicó el 9 de enero a calumniar a Juan Grabois.

En realidad Alfredo Leuco inició la emisión “presentando a su familia de periodistas”, al mencionar a su hijo Diego. No mencionó como parte de la familia a Cecilia Brook, su mujer, a quien tiene conchabada en el Senado gracias a Gabriela Michetti, pero que no trabaja en el Senado sino en la Fundación de la Vicepresidenta. Bah, no trabaja. Una ñoqui de la “familia de periodistas” que quizá, por eso mismo, no fue mencionada.

Leuco dedicó buena parte de su programa a calumniar a Grabois, como ya dijimos, pero el programa no fue improvisado. Fue parte del ataque de Magnetto a Francisco y tuvo, en consecuencia, abundante promoción

Juan Grabois, enterado, pidió hablar. ¿Qué mejor para un periodista? Claro, Leuco no es periodista. Leuco negó la entrevista a Grabois y el derecho a réplica.

Llega el momento de tipificar como delictiva esta conducta sistemática de los medios hegemónicos. Pero por otro lado, de plantear que el derecho a la comunicación social es del pueblo, no de Magnetto. Han concentrado en dos manos privadas un derecho elemental en la democracia.

La “propiedad privada” no puede atentar al derecho a la comunicación social. Magnetto no tiene derecho a apropiarse de espectro radioeléctrico público ni de los entes que regulan la actividad.

Muchos analistas señalan este ataque a Francisco como el detonante del comunicado del Episcopado. Ver.

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