Un ataque orquestado al máximo nivel de poder contra la oposición política argentina reúne medios, jueces y políticos en el uso de un supuesto caso de violencia personal (muy dudoso) para facilitarle las cosas a los degenerados de Casa Rosada.

La entente de articulación mafiosa con vértice en Clarín respondió a la revelación de Alberto Fernández de que lo extorsionaron para “entregar a Cristina” con un feroz ataque vulnerando cualquier garantía jurídica. Que el personaje, Alberto Fernández, sea indefendible no habilita a legitimar el terrorismo estatal y paraestatal en su contra (y en contra de toda oposición).

Un juez incompetente por animosidad o cercanía, ambas aunque parezca curioso, Julián Ercolini, sale de pesca con una acusación cualquiera, husmea de todo y acusa. Debe armar una nueva causa, se sortea y adivinen… le toca la bolilla. Aspectos reservados o secretos de la causa pasan sin filtro a los medios de Magnetto y la embajada.

Los medios y la política al compás del guion. Casos personales encubren un nuevo saqueo al país.

Imagen: Diario Panorama.

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