Documentos desclasificados del Departamento de Estado estadounidense muestran que la acusación a Irán por el atentado a la AMIA de 1994 fue una decisión de Israel, Estados Unidos y Argentina fundada en razones geopolíticas que nada tuvieron que ver con la investigación.

Las investigaciones del periodista Daniel Schnitman y el reciente libro de Carlos Escudé, Y Luis D’Elía tenían razón, aportan nuevos materiales a la comprensión del atentado en calle Pasteur.*

Claramente, la embajada estadounidense confiesa que ni Estados Unidos, ni Argentina, ni Israel tenía evidencia de la participación de Irán.

THE BATTLE FOR PUBLIC OPINION HAS BEEN, AT ITS HEART, AN EFFORT TO DEMONSTRATE THAT IRAN DESERVES CONDEMNATION FOR ITS STATE SUPPORTED TERRORISM EVEN WITHOUT HARD, PHYSICAL EVIDENCE OF ITS INVOLVEMENT IN THIS SPECIFIC ATTACK (la batalla por la opinión pública ha sido, en su esencia, un esfuerzo para demostrar que Irán merece condena por su apoyo a estados terroristas, aun cuando no haya evidencia física y dura de su involucramiento en este ataque específico).

El documento que demuestra la operación 

*nos aclara el periodista Daniel Schnitman que estos documentos son revelaciones posteriores a la publicación del Dr. Escudé pero que la ratifican en un todo.

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