El 5 de julio Francisco llega a Ecuador. Algunas razones de la desestabilización.

Correa es uno de los presidentes más representativos de la idea de Patria Grande Latinoamericana. Su formación de economista heteredoxo tiene muy pocos paralelos, el ecuatoriano puede formular un discurso político económico ovacionado en la tribuna, votado en las urnas y sustentable en la Academia.

Paradójicamente gobierna un país con una gran limitante en cuanto a instrumentos económicos: Ecuador no tiene moneda propia, por consejo de nuestro conocido Domingo Cavallo, utiliza el dólar. El conocido ex ministro argentino orientó el proceso de dolarización que impide que ese país tenga política monetaria.

A su vez la Alianza del Pacífico, conjunción de países en que impera el “libre comercio”, con acuerdos con Estados Unidos, se extiende como una mancha monocolor por todo el litoral Pacífico sudamericano con la única excepción de Ecuador.

Julian Assange, quien reveló los cables de Wikileaks, asilado en la embajada ecuatoriana en Londres es un dolor de cabeza permanente para Estados Unidos.

El Papa que “hace lío” no les resulta simpático ni los factores del poder imperial permanente ni a la derecha continental. ¿Intentan darle un mensaje? Habrá que ver cómo se desarrolla la agenda.

La ofensiva de las derechas del continente, siempre sometidas a la regulación del norte, tiene muchas y buenas razones para atacar a Correa. La visita de Francisco era una ocasión no desaprovecharían.

Hacer Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.