Julio Totero*

Industria en Argentina y Mendoza

El perfil productivo de un país determina en gran medida su capacidad de progreso, ya que según cuál sea, será su capacidad de generar riqueza y distribuirla.

Un perfil productivo netamente agrícola sin agregación de valor, necesita constantemente asistencia del estado, el cual agota sus recursos en subsidios y no en políticas de desarrollo.

Un perfil integrado entre el campo, la industria y los servicios, generará valor agregado a la producción, demanda de tecnologías, conocimiento e inversión.

A lo largo de nuestra historia existieron momentos donde las políticas de industrialización formaron parte de las políticas de estado; desde Hipólito Irigoyen, Juan D. Perón, Arturo Frondizi e incluso algunos momentos del gobierno actual.

Estas políticas de industrialización adolecen de una condición esencial para el éxito de las mismas que es la integración efectiva de las cadenas de valor y de los distintos sectores industriales por mas distintos que parezcan. Las problemáticas son muy similares y abordarlas en conjunto es la mejor forma de dar solución para todos. Seguramente que de transitarse este camino, se encontrarán resistencias de aquellos que no quieren ver disminuidos sus privilegios, pero de esto se trata: Políticas de estado para la Industrialización de la Argentina.

Una Mendoza Industrial para los próximos 50 años.

Nadie imagina a Mendoza dentro de algunos años sin un ferrocarril activo que nos permita salir a los mercados en forma rápida y  con costos acordes a nuestras posibilidades de competencia. Aquí entendemos que juega un rol central el PASIP como eje estratégico para el transporte y la distribución de cargas. Los talleres ferroviarios deben ser potenciados y la fabricación nacional de trenes y vagones debe volver a ser lo que fue hace algunos años.

Las inversiones que esperamos  para los próximos años se verán motivadas, solo si damos espacios para radicación de empresas con servicios acordes a los nuevos tiempos y donde la tecnología, la infraestructura  y el apoyo del estado estén presentes en su real dimensión. Surge aquí la necesidad de tener una zona de radicación de empresas en Pata Mora, en el sur de la provincia, donde el desarrollo del petróleo, la minería, la metalmecánica y los servicios deberán instalarse y aprovechar la potencialidad de la región de la mano del desarrollo de Vaca Muerta, la posibilidad de que regrese Vale a explotar Potasio Río Colorado, o se construya portezuelo del Viento, entre otras obras que podrían llegar a esa región. La infraestructura en caminos, canalización, obras complementarias en zonas industriales, serán imprescindibles para potenciar estas actividades.

Vemos la necesidad de avanzar en fuertes procesos de desarrollo tecnológico que ayuden a nuestro sector agrícola e industrial principalmente, a agregar valor a los productos primarios mejorando así su rentabilidad y llegar a mercados cada vez más exigentes. En este camino sabemos de la necesidad de poder dar un uso más racional a un bien tan preciado como el agua, por eso la necesidad de desarrollar  tecnologías locales que nos ayuden a ser más eficientes en el riego  y además instalar sistemas de protección contra las heladas. Aquí se unen los sectores agrícolas, metalmecánico, informática y las universidades, que deben aportar conocimiento y profesionales acordes  a las necesidades de los nuevos tiempos.

Pocas cosas serán tan necesarias en un futuro inmediato como la provisión de energía suficiente y es aquí donde los mendocinos tenemos mucho que aportar ya que existe todo el conocimiento y las capacidades desarrolladas para avanzar en proyectos de generación de eólica, hidráulica o nuclear. En este sentido entendemos que ante el déficit generado por la importación de combustibles, nuestra matriz energética basada mayormente en la generación térmica, debe orientarse hacia las fuentes energéticas mencionadas anteriormente y que forman parte de una buena oportunidad para nuestras empresas. En este sentido debe considerarse sin condicionantes la provisión local de tecnologías, buscando financiamiento en aquellos que acepten esta condición.

La integración de las cadenas de valor es una necesidad a la hora de lograr un fuerte desarrollo local y permitir que el crecimiento  de algún sector de la actividad económica sirva para traccionar a otros sectores complementarios. Además se hace necesario trabajar en procesos asociativos que nos permitan ingresar en ciertas economías de escala que de otro modo no sería posible.

El desarrollo de la industria minera en condiciones de sustentabilidad económica,  social y ambiental, nos dará recursos que necesitamos para el sostenimiento de otras actividades de menor renta, pero de gran  impacto en el desarrollo territorial. Ampliar la frontera ganadera y agrícola de la mano de un mejor aprovechamiento del agua, permitirá también ampliar la matriz productiva provincial.

El continuo debate de las necesidades de las empresas de los diversos sectores de actividad, confluye en propuestas comunes sobre aspectos que nos impactan por igual como son los temas impositivos y financieros. En este sentido es necesario definir una política activa de aliento a la inversión productiva que considere reducciones impositivas y tasas de interés acordes a las necesidades de cada proyecto.

Este proceso de integración planteado sigue sin pausa y con el acompañamiento del estado iremos plasmando en realidades estos proyectos que le darán a Mendoza un fuerte perfil industrial, generando trabajo, valor agregado y bienestar para todos los mendocinos.

*Empresario metalúrgico
Ex Director del IDITS, Director de UCIM y presidente de ASINMET (Asociación de Industriales metalúrgicos de Mendoza)

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