Por: José Figueroa

Con esos tres epítetos, el entonces Fiscal de la UFI-AMIA, Dr. Alberto Nisman, habría coincidido plenamente con cualquiera de los que criticaron su “denuncia del siglo” del 14 de enero de 2015, y por la cual imputaba a la Presidenta Cristina Fernández y al Canciller Héctor Timerman por “encubrimiento”. Es más, creo sinceramente que habría estado en un todo de acuerdo con el fallo del Juez Dr. Daniel Rafecas y las razones jurídicas que lo llevaron a desestimar su denuncia.  El motivo es muy simple: el Fiscal Nisman de 2011 pensaba exactamente como el Juez Daniel Rafecas de 2015.

DESDE EL COMIENZO

El Canciller argentino Héctor Timerman, debía estar en Israel el 4 de abril de 2011. Diez días antes, el 26 de de marzo de ese año, el Diario Perfil publica una editorial firmada por el periodista “Pepe” Eliaschev. “EL GOBIERNO NEGOCIA UN PACTO SECRETO CON IRÁN PARA «OLVIDAR» LOS ATENTADOS” afirma el título. En el copete, Eliaschev explica el motivo: “La iniciativa sería a cambio de relanzar el intercambio comercial, que ya alcanza los U$S 1200 millones”. Según Eliaschev, todo esto que él afirma, se encuentra en un “documento secreto”. El diario aseguraba que el dato figuraba en un “documento secreto”, recientemente entregado por el Ministro de Relaciones Exteriores de la República Islámica de Irán, Alí Akbar Salehi, al presidente Majmud Ajmadineyad». Según el confidencial documento, «para la diplomacia de Irán, las investigaciones argentinas (sobre el ataque terrorista a la AMIA) habrían quedado cerradas”. El canciller iraní le asegura en dicho informe al presidente Ajmadineyad, que «la Argentina ya no está más interesada en resolver aquellos dos atentados y que, a cambio, prefiere mejorar sus relaciones económicas con Irán».

Dos días después, el 28 de marzo de 2011 –ante el periodista Gil Shefler- Alberto Nisman daba un reportaje al diario The Jerusalem Post, donde calificaba duramente el editorial que el periodista “Pepe” Eliaschev había publicado en el Diario Perfil. Consultado sobre aquella publicación, el entonces Fiscal Alberto Nisman, desmentía categóricamente lo firmado por Eliaschev en el Diario Perfil: “Ha pasado un largo tiempo desde que no escuchaba semejante disparate”…“Es absolutamente ridículo, absurdo”…“Es absolutamente falso”… “Es una locura que no tiene ningula lógica”, agregaba. El Jerusalem Post, publicaba el reportaje de Nisman bajo el siguiente título: “ARGENTINIAN LEGAL AUTHORITY DENIES REPORT THAT INVESTIGATION INTO 1990S ATTACKS ON JEWISH TARGETS IN BUENOS AIRES STOPPED AT URGING OF IRAN”. En el copete se reproducían las palabras tajantes del Fiscal Especial de la UFI-AMIA…“I’m convinced that the Argentine government thinks nothing of [the report],” he said. “It is absolutely false…It’s crazy, it does not have any logic.”

Jerusalem Post

Cuatro días más tarde, daba otro reportaje a la Prensa de la DAIA. Era el 1 de marzo de 2011. Lo entrevistó Ana Gerschenson, quien daba comienzo al reportaje de este modo:

A.G. “Esta semana se publicó un informe secreto sobre un supuesto pacto con Irán para que se congele la investigación del atentado a la AMIA…”

El Fiscal Alberto Nisman la interrumpe y afirma categórico: “Hacía tiempo que no leía un disparate semejante. A juzgar por la actuación que han tenido en la causa AMIA, uno a los iraníes no les puede creer ni lo que hacen ni lo que dicen. Yo no sé si este cable existe o no, si es cierto o no, pero eso es lo menos importante”.

La periodista le insiste:

A.G. “¿Pero no cree que los gobiernos de Irán y la Argentina puedan haber pactado congelar las capturas internacionales?

Alberto Nisman:  “Analicemos el absurdo, la posibilidad de que de un día para el otro el Gobierno quiere olvidarse de la causa AMIA. ¿Alguien cree que esto es posible? ¿Cabe en alguna cabeza que yo voy a dejar de investigar, el juez va a dejar de investigar porque alguien, una persona, un ejecutivo, un gobierno nos lo pida?…¿Es entendible que se retiren las circulares rojas, que llevaron más de un año instaurarlas en Interpol? Todo eso (que manifiesta Eliaschev en Perfil) es de imposible cumplimiento”.

Nisman a Gerschenson

Tal como se puede apreciar, para la citada prensa judía, la desmentida categórica a la publicación que firmaba Eliaschev en Perfil,  corrió por cuenta del Ministerio Público Fiscal, en este caso específico, por el Fiscal General de la Unidad Fiscal para la Investigación de la causa AMIA (UFI-AMIA, creada en 2004 para actuar en la tramitación de la causa principal ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 6 cuyo Titular es el Juez Dr. Rodolfo Canicota Corral) que en ese entonces encabezaba el Dr. Alberto Nisman, quien descalificó aquella “denuncia” como DISPARATE RIDÍCULO Y ABSURDO.  Aquella “denuncia”  periodística, fue desmentida de facto, por el propio Poder Judicial de la Nación.

Es más, el Centro Simón Wiesenthal (El Centro Simon Wiesenthal es una organización judía internacional de derechos humanos con más de 400.000 miembros en todo el mundo. Tiene status de ONG ante la ONU, la UNESCO  la OEA, la OSCE, el Consejo de Europa y el Parlamento Latinoamericano) solicitó al Diario Perfil tener acceso al “documento secreto” en el cual se habría basado Eliaschev para generar su “denuncia”, pero Perfil se negó a colaborar con dicho requerimiento. Por toda respuesta, Eliaschev en una segunda nota publicada en el citado diario afirmó…“El sábado este diario reveló pormenores de un documento preparado en la cancillería iraní […] resulta imposible revelar de manera pública la fuente en que se originan. Nadie está obligado a tomarlos al pie de la letra, claro, pero quien los suscribe pone su trayectoria en respaldo de lo que anuncia.” En otras palabras, había que tener una fe ciega en Eliaschev.

DE NISMAN A RAFECAS

Eliaschev fue rápidamente convocado por la Fiscalía AMIA para que dé cuenta de sus dichos. Así, el 28 de abril de 2013, Eliaschev prestó declaración testimonial ante el Dr. Nisman. A primera vista, la extensión del acta, de doce fojas, permite abrigar al lector, expectativas acerca de la clarificación de muchos puntos y aspectos desarrollados en el ámbito periodístico.

Se imponía preguntarle al testigo no sólo por su fuente (como sí se hizo), sino también al menos de qué nacionalidad era su fuente; en dónde tomó contacto con dicha fuente; de qué país provenía el informe redactado en inglés al que tuvo acceso (ya que no era propiamente el original); si la traducción al inglés era de origen o posterior; si el “informe secreto” tenía algún membrete o escudo oficial; si tenía la fecha; si tenía firma y sello (más allá de la identidad de quien firme); si el testigo copió textual la frase que aparece entrecomillada en la nota periodística o si fue una reconstrucción de su memoria o su propia interpretación o deducción de lo que allí decía; cuánto tiempo tuvo a la vista dicho informe (ya que evidentemente no obtuvo una copia); por qué sostiene que es la inteligencia iraní la que se pronuncia en el informe si en la misma nota dice que habría sido personal de la cancillería de ese país la que lo redactó; si las palabras empleadas habrían sido textuales de la parte argentina o si fue una interpretación o deducción de la contraparte iraní; si el que redactó ese informe secreto asistió a la reunión o se lo transmitieron…

Lamentablemente, nada de esto pudo despejarse en la declaración testimonial. Allí Eliaschev se va a explayar acerca de su larga carrera profesional, de los mecanismos de contralor de las fuentes con que cuenta el diario en el que trabaja, de su relación e involucramiento con la historia de los dos atentados, de sus relaciones con víctimas y testigos, da su opinión sobre la absolución del TOF 3 en la causa principal, así como de la labor de jueces y fiscales en el caso, cuenta la historia de exilio de Andrew Graham Yoll, critica al gobierno nacional, justifica la postura de política internacional del presidente Obama, explica su tesis sobre el doble discurso de la presidenta Fernández de Kirchner en sus relaciones con la comunidad judía y el Estado de Israel, por un lado, y con naciones como Irán, Siria y Libia, por el otro, el papel que cumple Venezuela en este juego de política internacional, y muchos otros tópicos…que en nada contribuyeron a que el testigo dé cuenta de sus afirmaciones.

Es más, lo poco que va a expresar al respecto, no sólo no va a aclarar ninguno de aquellos interrogantes, sino que van a traer más zozobra e incertidumbre sobre qué es lo que vio el periodista.

En efecto, el comienzo es auspicioso, pues como es de rigor, al serle preguntado sobre la nota en cuestión, Eliaschev ratificó la misma en todos sus términos (fs. 131.189 vta.). Recién cuatro páginas después rescatamos algo más, cuando afirma que para escribir esa nota “…evalué, tras mucho debate interior como periodista, y tras ser careado por mis editores exhaustivamente, que como decimos en el gremio, no sólo no era pescado podrido sino que era una información valedera y creíble, de cuya autenticación se debe encargar no el  periodismo sino la Justicia y el poder político” (fs. 131.191 vta.).

Algo más adelante, se le va a preguntar “si puede aportar los cables a los que hizo referencia”, a lo que respondió: “yo no puedo aportar sino lo siguiente: la revelación de las reuniones del ministro Timerman con las autoridades sirias llegaron a mis manos, no en idioma farsí sino en idioma inglés. Yo soy perfectamente bilingüe con el idioma inglés…”.

Luego se le preguntó “cómo le llegó ese cable y en qué idioma se encontraba, a lo que respondió: “por lo pronto le digo que no se trata de un cable”, y más adelante agregará sobre el punto: “[d]e qué sorprenderse de que un documento, obviamente escrito en la lengua nativa de los iraníes, el farsí, se filtre, se traduzca a otros idiomas, hay muchas hipótesis, francés, inglés, alemán, hebreo, y la información traspase las fronteras iraníes. Sobre el tema documentación es todo lo que puedo decir” (fs. 131.192).

Ahora bien, vayamos a la cuestión central. Al respecto, el testigo dijo:

“Mi artículo reporta un informe de la cancillería iraní al presidente Ahmedinejad, un típico «paper» intergubernamental, donde el responsable de las relaciones exteriores del régimen de ese país le sugiere al presidente que en virtud de los elementos de juicio que maneja la cancillería iraní, corresponde avanzar en un acuerdo importante con la Argentina porque la cancillería iraní dice, ellos lo dicen, están dadas las condiciones para que los argentinos decidan dar vuelta de página en las relaciones argentino-iraníes” (fs. 131.192).

Esto que declara bajo juramento Eliaschev, es claramente distinto a lo que afirmó en su nota periodística. Nótese que de esta declaración juramentada, de ser cierto lo que el “paper” decía, de haber sido correctamente interpretado por el funcionario iraní de su contraparte argentina y de haber sido correctamente traducido del farsí al inglés, el contenido del mismo no revela nada en sí mismo sustancial: la Argentina querría “dar vuelta de página” en las relaciones bilaterales, y para ello, correspondería  -dice el “paper”- avanzar en un acuerdo importante.

Nada dijo Eliaschev ni le fue específicamente preguntado por el Dr. Nisman sobre las graves afirmaciones del periodista en su nota, en especial, sobre el párrafo que éste puso entre comillas y que Nisman va a reiterar hasta el cansancio en su dictamen, dándolo por cierto (“la Argentina ya no está más interesada en resolver aquellos dos atentados, pero que en cambio prefiere mejorar sus relaciones económicas con Irán”), o de las revelaciones según las cuales el ministro Vahedi ya podía circular libremente, que además, justo en ese pasaje, Eliaschev no lo atribuye directamente a la cancillería sino a la “inteligencia iraní”, con lo que no sabemos si fue uno o varios los documentos, o si en realidad Eliaschev vio un informe de inteligencia en el cual se replicaba el contenido del “paper intergubernamental”.

En estas condiciones -afirma el Juez Daniel Eduardo Rafecas- resulta imposible aceptar como elemento probatorio lo que para el Dr. Nisman es el “comienzo de la trama del plan de impunidad”, tal y como quedó plasmado en su “denuncia” contra la Presidenta de la Nación.

Luego de esta exposición vuelve a aparecer con más ímpetu las preguntas ¿Por qué Alberto Nisman  en 2014 se hizo cargo de lo que en 2011 consideró UN DISPARATE RIDÍCULO Y ABSURDO? Y ¿Qué lo llevó a sostener como prueba fundamental de su denuncia aquella “evidencia” periodística basada sólo en la “trayectoria” profesional de un periodista desestimado POR ÉL MISMO  tres años antes?

Quizás las respuestas a estas preguntas tengan su revelación en la disipada y delincuencial vida privada que se brindaba, malversando fondos públicos quedando así expuesto a situaciones de vulnerabilidad ante cualquier extorsión.

Fuentes

The Jerusalem Post. “Argentinian Prosecutor: Bombing Probes Continue”. Online Edition. Israel, 3/28/2011.

DAIA. Prensa. “Nisman: el atentado terrorista a la DAIA-AMIA fue diseccionado contra Menem”. Buenos Aires, 1/04/2011.

Alberto Nisman. Denuncia. Centro de Información Judicial.

Daniel E. Rafecas. Desestima denuncia. http://www.eldestapeweb.com/el-texto-completo-la-resolucion-rafecas-desestimando-el-encubrimiento-n3336

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