El discurso de Patricia Bullrich y el régimen es un relato genocida. La situación no puede minimizarse. El macrismo profundiza la represión con balas de plomo, la filosofía de matar argentinos. Miente descaradamente.

Las mentiras de Bullrich

Grupos violentos: mataron por la espalda a un joven desarmado. Tampoco hacía falta este caso para certificar que el macrismo es una banda violenta.

Grupos que no respetan la ley: una vida de no respetar la ley. Contrabandista, fugador de dinero, evasor, coimero de obra pública, fueron los atributos que Mauricio Macri ostentó toda su vida y ratificó al llegar a Casa Rosada. El caso del Correo es sólo uno más.

Que no reconocen a la Argentina: Vaya, el gobierno más cipayo de la historia usa este argumento para cuidar campos cuyos discutibles títulos poseen “argentinos” del tipo de Joe Lewis o Luciano Benetton. Afirmar que esos estancieros “respeten la ley argentina” sería una enormidad.

Que no aceptan los símbolos, reprocha la funcionaria del presidente que no juró por la Patria. Ver.

“Poder fáctico” le adjudica la ministra ¡del macrismo! Es raro.

En otra parte de la conferencia de prensa, Bullrich anunció que no acatarán órdenes de jueces que, según ella, no cumplan la ley. Una declaración claramente delictiva de la ministra.

Todo el discurso criminaliza a los mapuches y a la protesta. Lo hace en clave de la construcción de un enemigo interno al que no se le reconocen derechos. Al que le dispara balas de plomo por la espalda.

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