Se le paran de manos

Ya le serrucharon a Mac Allister en La Pampa, le desdoblan elecciones en casi todo el país, lo sacan de los afiches… ahora también en Córdoba, donde llenaron planillas diciendo que sacó 71% de votos, se le rebelan.

Ramón Mestre, intendente de la ciudad de Córdoba, inaccesible a los deseos de Macri, se dispone a arrasar a su operador Mario Negri y a remitir a sus ámbitos de origen al humorista Luis Juez y al árbitro Héctor Baldassi.

Mestre: «El dedo es cómodo, pero no democrático»

El intendente defiende tenso duelo radical de Cambiemos, del 17-M, ante Mario Negri.

Por Silvina Kristal

Periodista: Mario Negri dice que la primaria no ofrece garantías de transparencia y usted asegura que sí. ¿Cómo se sale de esta encrucijada? ¿Qué solución puede surgir de la reunión de la semana que viene con la Mesa Nacional de Cambiemos?

Ramón Mestre: Más allá de las pasiones y el intento por dramatizar una elección interna, se trata de un hecho absolutamente normal. ¿Qué es lo anormal? Que se acordó un procedimiento para competir y luego no quieren competir. Pero es más anormal todavía porque no es sólo la elección de Mestre contra Negri. Hay cientos de candidatos en toda la provincia que quieren elegir y ser elegidos. Está garantizada la logística, la transparencia, los tiempos y el financiamiento si existiese la voluntad de hacer el comicio del modo más barato posible, con el apoyo de cada uno de los partidos. El problema que no todos los partidos lo quieren hacer, empezando por el Frente Cívico, el partido de (Luis) Juez. No hay derecho a empañar las instituciones, simplemente porque en el cálculo personal alguien sienta que vaya a perder. En una democracia no puede haber candidatos ungidos. Si querés ser candidato, hay reglas de juego, entre ellas la interna.

P.: ¿Qué cambió desde aquel viernes en que la Mesa Nacional de Cambiemos le pidió que resignara su precandidatura en favor de Negri?

R. M.: Entre todos acordamos ser parte de una interna. Pero lo dije recién, una interna en que se demostró que no quieren participar. La democracia deja de ser democracia si sólo participo sabiendo que tengo garantizado el resultado. Por eso aquí no se rompe nada, porque no se puede romper algo que no se construyó. Que deliberadamente no construyeron. El dedo es algo cómodo, pero no es democrático. Y además a mí, el dedo desde Buenos Aires, como cordobés, no me gusta.

P.: ¿Hay riesgo de que se rompa Cambiemos en Córdoba? ¿O ya se rompió?

R. M.: Cambiemos se constituyó en Córdoba con el acuerdo de todos los presidentes. Hay diferencias, y lo más razonable es que se vote. Si se vota no se rompe, sólo se dirimen diferencias en base a mayorías. No valoramos ese escenario. La UCR ha puesto todo para contribuir a Cambiemos.

P.: Córdoba fue clave para el triunfo de Mauricio Macri en 2015. ¿La tensión en Cambiemos erosiona ese poder electoral?

R. M.: El daño en Córdoba es del populismo. Cambiemos intenta remediar eso. Destruyeron la institucionalidad, los valores republicanos. Lo nuestro es simplemente un procedimiento doméstico dentro de un espacio. Pero insisto, el problema en Córdoba no es Cambiemos. Vivimos años de aislamiento, y lo que hizo Cristina ahora lo hace (Juan) Schiaretti. La pobreza y el narcotráfico son los dos problemas más graves de Córdoba. El cambio en Córdoba va a llegar, estoy plenamente convencido.

P.: ¿Qué pasa si la interna no se hace, y ninguno se baja? ¿Usted iría por la radical Lista 3?

R. M.: No valoramos ni propiciamos ese escenario. Si no se avanza, el congreso partidario deberá resolver qué hacer para las elecciones del 12 de mayo.

P.: ¿Frente a esta tensión, se beneficia Schiaretti?

R. M.: El Presidente lidera Cambiemos y nosotros somos Cambiemos en Córdoba. Muchos creen que este proceso en el que estamos es un desgaste y favorece a UpC. Pero lejos estamos de eso. Si no pregunten a los miles de padres que esta semana no han podido llevar a sus hijos a las escuelas que dependen de la provincia. Mucho marketing y nada de salud y educación.

P.: ¿Si gana usted, pierde Macri?

R. M.: Con Macri nos une todo. No me cabe duda que le tocó y nos está tocando pelear con la más difícil. Yo no compito con él, lo entiendo, tenemos los mismos sueños. Que yo gane o pierda una interna siempre implicará lo mismo: aportar para consolidar un espacio nacional del que también fui fundador.

P.: ¿Qué mensaje cree que dejan la caída del PRO ante la UCR en la primaria pampeana y este duelo cordobés en el posicionamiento electoral de la UCR dentro de la coalición nacional?

R. M.: Esta semana en Corrientes, junto a los demás dirigentes nacionales de la UCR, analizamos el rol que tenemos. Para nosotros la educación, la salud y la República son la base de cualquier proyecto político. Allí debemos aportar más activamente.

P.: ¿La UCR debe ir a una PASO con Macri, o acompañarlo en la fórmula?

R. M.: Cambiemos en su conjunto debe analizar sus errores, potenciar su aciertos y devolver, ya no sólo la esperanza de un cambio a los argentinos, sino las señales claras de que ese cambio llegó. Luego, el juego de la democracia se va a encargar de elegir las mejores mujeres y hombres para liderar el cambio en la etapa que viene. Es lo mismo que buscamos en Córdoba.

Entrevista de Silvina Kristal