Se disparan los casos de COVID19 en las villas de Ciudad de Buenos Aires. Una calamidad anunciada que no hicieron nada para evitar. Ni conectar el agua.

PANDEMIA Y POBREZA

Dos de cada diez infectados de Covid-19 de la Ciudad de Buenos Aires viven en villas

Con 249 casos y 6 muertes, los barrios precarios porteños concentran casi el 20 % de los casos en la Ciudad, según datos oficiales. La pobreza, como siempre, causal de muerte.

Daniel Satur

Este martes el ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, informó en una conferencia de prensa que en territorio porteño se registraron hasta el momento 1.766 casos positivos de coronavirus. De ese total, 1.365 tienen domicilio en territorio porteño y 401 son no residentes.

Quirós también dio un número preocupante: en las villas y barrios “vulnerables” de la Ciudad los casos confirmados son 249 y ya fallecieron seis habitantes de esos territorios a causa del Covid-19. Si se toma el total de 1.365 personas infectadas residentes en barrios porteños, esos 249 casos representan poco más del 18 %.

Según el Ministerio de Salud, las seis muertes se registraron en los barrios Carlos Mugica (Villa 31 de Retiro) y Rodolfo Ricciardelli (Villa 1-11-14 del Bajo Flores), aunque el propio ministro no dio más precisiones. Sólo agregó que este lunes se confirmaron 26 nuevos casos de Covid-19 en esos barrios precarizados.

En una manifestación cargada de hipocresía, Quirós dijo que “hay que poner toda la potencia del Estado en las villas” y que “la estrategia que más funciona” en esos barrios por parte del Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta “es diagnosticar rápidamente a los enfermos y golpear puerta por puerta para hablar con las personas y comunicarles los síntomas para que los adviertan, y cuando se identifica un caso, ver los convivientes, los contactos estrechos”.

Incluso destacó que el Gobierno sumó 150 “promotores” para ayudar a las personas de las villas a conseguir medicamentos y alimentos, aunque reconoció que “nunca es suficiente porque las necesidades son muy grandes”.

Por último, Quirós anunció la realización a partir de hoy en el barrio Carlos Mugica del operativo DETeCTAr (Dispositivo Estratégico de Testeo para Coronavirus en Terreno de Argentina) para identificar personas con Covid-19 y derivarlas para su atención en una escuela del barrio.

En los últimos días el caso de la Villa 31 empezó a instalarse en la agenda pública. No por una preocupación genuina de los funcionarios y las grandes empresas periodísticas sino por el grito desesperado de las personas que viven en esos barrios olvidados de la ciudad más rica del país. Si no fuera por la acción de organizaciones como La Poderosa y de la denuncia de organismos de derechos humanos y sectores políticos como el Frente de Izquierda, el silencio sobre este asunto sería ensordecedor.

De hecho en ese barrio hace más de diez días que falta el agua, un elemento indispensable para combatir el coronavirus. Sin embargo, lejos de transformar este grave hecho en una “noticia” de primer orden, todos los grandes medios (tanto oficialistas como opositores a Rodríguez Larreta) prefirieron callar o a lo sumo hablar del tema “por arriba” (especialmente cuando se conoció la primera muerte), sin involucrarse a fondo para denunciar a la gestión macrista de la Ciudad y a la administración de la empresa estatal de aguas AYSA, a cargo del Gobierno de Alberto Fernández y cuya titular es Malena Galmarini.

La Izquierda Diario habló con vecinas y vecinos del Barrio 31 de Retiro en momentos en los que se manifestaban en reclamo de derechos básicos como agua y salud y contra “el abandono y la desidia” estatal. “Día a día van creciendo mucho los casos de Covid-19 en el barrio”, dijo una vecina y agregó: “estamos pidiendo agua, hace muchos días que falta en varios sectores del barrio y más de un mes que no hay en el sector bajo autopista”.

“Acá no estamos reclamando un lujo, estamos reclamando por nuestra vida, por nuestra salud, por mis nietos, por mis hijos y todos los habitantes de nuestro barrio”, dijo otra mujer al borde del llanto y recordó: “yo misma hace meses le llevé el reclamo por el agua a la presidenta de AYSA Malena Galmarini y nunca me contestaron”.

Fuente: La Izquierda Diario. Link. Imagen: Clarín.

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