La FIFA, en un nuevo escándalo de corrupción, nombró, en contra de la Asociación del Fútbol Argentino, al corrupto más grande de la historia argentina a cargo de su Fundación.

Conducirá la Fundación de la entidad

Mauricio Macri consiguió un lugar en la FIFA

Por Facundo Martínez

Pocas cosas de la FIFA pueden sorprender al mundo, sobre todo después del escándalo por la corrupción del denominado FIFAGate. Sin embargo la entidad madre del fútbol parece guardar siempre un as sobre la manga para dejar atónitos a la dirigencia de la AFA y de la Superliga, y de los principales clubes de la Argentina. Por ejemplo, designando al expresidente Mauricio Macri como flamante titular de la Fundación FIFA. La iniciativa, confirmada oficialmente por la FIFA a través de un comunicado, fue del propio titular del órgano rector del fútbol Mundial, el italo-suizo Gianni Infantino, con quien Macri viene estrechando vínculos desde 2018, cuando el dirigente vino como invitado para la final frustrada entre River y Boca, y se sumó luego a la Cumbre del G-20. La nueva presidencia de Macri abre dudas sobre su rol como posible jefe de la oposición. Y aunque desde las filas del PRO salieron a felicitarlo (María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y Federico Pinedo, entre otros), la designación cosechó repudios tanto en el mundo de la política como en el fútbol .

La movida parece una operación pergeñada para limpiar el nombre de Macri en el mundo, tras una gestión en la que sumió en la pobreza a la gran mayoría de los argentinos y endeudó encandalosamente al país ante el FMI. El objetivo que anuncia perseguir la Fundación FIFA –creada en 2018 y auto definida como una entidad «independiente»– es el de «contribuir a la promoción de un cambio social positivo». Y si en todo esto hay, por decir, «gato encerrado», es precisamente porque Macri –ya culminadas sus largas vacaciones en Villa La Angostura– se deberá encargar de «‘recaudar fondos’ para la rehabilitación y reconstrucción de infraestructuras deportivas dañadas o destruidas alrededor del mundo». La cifra que la propia FIFA piensa recaudar «junto a socios del todo el mundo y de diferentes sectores» es de unos mil millones de USD.

Este no es este el primer centro que Infantino le tira a Macri después de aquellos encuentros en torno a la final de la Copa Libertadores 2018 y al G-20. De hecho, el año pasado el presidente de la FIFA invitó al entonces mandatario de la Argentina a la FIFA –se trató de una «invitación de honor»– a suiza y le entregó el Premio Living Football. «Macri fue presidente de Boca Juniors por 12 años (1995-2007), durante el período más exitoso de la historia del club, con 17 títulos –11 de ellos internacionales. Como Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires estuvo al frente de la candidatura de la ciudad para ser sede de los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2018, que se llevaron a cabo en octubre pasado», lo habían elogiado por entonces a través de un comunicado.

Ahora, sobre su designación, la FIFA recordó la gestión de Macri en Boca Juniors y remarcó que «con su experiencia como líder de una gran nación conoce el rol central que tiene la educación para el futuro de nuestras sociedades y, como dirigente de uno de los clubes de fútbol de mayor éxito, sabe la fuerza y la pasión únicas que genera nuestro deporte». No parece haberse informado correctamente Infantino sobre lo que, por dar algunos ejemplos, dejó la gestión macrista en el área de educación de la Argentina: una disminución del 35 por ciento del presupuesto, afectando no sólo la infraestructura sino también a los estudiantes con menores recursos. Así lo señala un informe elaborado por un colectivo de observatorios y equipos de investigación de las universidades UNIPE, la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini y las universidades de Avellaneda, Quilmes, Tres de Febrero, General Samiento y San Martín.

Eso explica por qué en la Argentina no fue bien recibida la noticia, y mucho menos aún en el ambiente del fútbol. Ya que desde la propia AFA, la Superliga, la coordinadora de hinchas y los principales dirigentes de clubes como Boca, River, San Lorenzo, Lanús, Defensores de Belgrano, Ferro, entre otros, salieron rápidamente a manifestar su disconformidad con la iniciativa de Infantino, quien llegó al fútbol en 2016 como espadachín contra la corrupción en el fútbol y apenas dos años después fue señalado como encubridor –durante su mandato como secretario general de la UEFA– de contratos fraudulentos de parte del francés París Saint-Germain y del inglés Manchester City, clubes que, según Football Leaks, habrían recibido inversiones millonarias camufladas como contratos de patrocinio.

«Agradezco al presidente Infantino por esta muestra de confianza y por darme la oportunidad de combinar mis tres pasiones: la educación, el fútbol y trabajar por los jóvenes, para que tengan un mejor futuro», señaló Macri a la propia FIFA. En su respuesta, volvió a vanagloriarse del G-20 que presidió en Buenos Aires. «Tal como lo planteé durante mi presidencia del G-20, la educación es una herramienta igualadora de oportunidades y, de la mano del fútbol, puede ayudar a construir puentes y contribuir al progreso global». En la misma línea, Vidal le deseó «lo mejor en esta etapa llena de oportunidades para cambiar realidades desde el fútbol». Y Larreta dijo estar «seguro» de que Macri «va a contribuir de gran forma al crecimiento del fútbol como herramienta para la inclusión y el desarrollo de millones de jóvenes en todo el mundo».

Como presidente de la Fundación FIFA, Macri integrará una Junta de la que participa Infantino y que también integran Sonia Fulford, representante de las Islas Turcas y Caicos, miembro del Consejo de la FIFA y vocal de la Junta de la fundación; y Lydia Nsekera, ex presidenta de la Federación de Fútbol de Burundí, miembro del Consejo de la FIFA y vocal de la Junta de la fundación. La Fundación tiene como director general al exfutbolista campeón del mundo Youri Djorkaeff cuyo enfoque prioritario, según aseguran, es la educación a través del programa Football for Schools, que se lanzó en 2019 y al que la FIFA ya ha asignado un presupuesto de 100 millones de USD.

De la presidencia de Macri en la Fundación FIFA dependerán «comunidades golpeadas por desastres naturales o eventos inesperados con financiamiento solidario y de emergencia». Todo, a simple vista, paradójico.

Qué hace la Fundación FIFA

La página web de la entidad asegura que tiene «numerosos proyectos en marcha», entre los que rescatan el «Comunitario», para apoyar a organizaciones que utilizan al fútbol como una herramienta de cambio social y el de «Recuperación», que subvenciona comunidades golpeadas por desastres naturales o eventos inesperados con financiamiento solidario y de emergencia.

Además, resaltan que durante la Copa Mundial de la FIFA 2018, Moscú albergó el Festival Fundación FIFA con la finalidad de reunir a organizaciones no gubernamentales de todo el mundo para actividades de intercambio, aprendizaje y jugar al fútbol.

Por último, también se ocupan del programa «FIFA Legends», en el que jugadores reconocidos son nombrados como embajadores de la fundación para contribuir con su presencia a los programas que desarrolla la entidad.

El fútbol en contra

Fuente: Página/12. Link. Imagen: Clarín.

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