Los encubridores de los genocidas de ayer encubren a los terroristas de estado de hoy. El grupo Clarín tiene un rol destacado en la estigmatización y macartismo contra los mapuches y contra todo aquél que proteste. Revictimizan a Santiago y su familia. Cometen delitos flagrantes.

Clarín, Santiago y la miseria del «periodismo de guerra»

Daniel Castelo

El inefable Julio Blanck retoma sus tareas operísticas a través de una columna en la que usa a la familia Maldonado para embarrar la cancha.

«La política intoxica el caso Maldonado», titula este domingo su editoral Julio Blanck, editor jefe en Clarín, quien hace poco reconoció que durante los gobiernos de Cristina Fernández el diario llevó adelante un «periodismo de guerra» contra el kirchnerismo.

Claro que es también aquel que hace 15 años fue autor del tristemente célebre «La crisis causó dos nuevas muertes», título con el que el diario intentó lavar las culpas del gobierno de Eduardo Duhalde por los asesinatos de Kosteki y Santillán.

En un texto que utiliza el dolor de la familia de Santiago Maldonado para disparar contra el kirchnerismo y los organismos de derechos humanos, el operador del grupo Clarín afirma en el copete de su nota que «la familia se disgustó con la manipulación kirchnerista». Luego, comienza el artículo indicando que los padres y el hermano del joven desaparecido recusaron «al juez Guido Otranto, por la falta de avances de la investigación sobre el paradero del artesano desaparecido en Chubut».

Las operaciones de Clarín

La crítica al magistrado llega en medio de la voltereta estratégica del gobierno nacional, que ahora apunta a Gendarmería para sacar a flote la paupérrima comandancia de Patricia Bullrich en el ministerio de Seguridad.

Según Blanck, la frase de la familia Maldonado que llamó a “optimizar la coordinación con la familia y el equipo de investigadores que la asisten, a fin de evitar dilaciones en la tramitación de la causa”, significa «un reclamo directo a quienes, desde la militancia partidaria kirchnerista o en derechos humanos, se proclaman interesados en conocer la verdad sobre Maldonado».

La interpretación, según el espadachín dialéctico de Clarín, surge de voces de incomprobables «fuentes cercanas a la familia». 

Las operaciones de Clarín

En su columna el periodista también se encarga de lavar la ropa de la Casa Rosada en cuanto al evidente encubrimiento que llevó adelante al comienzo del caso, cuando la propia Patricia Bullrich salió a decir que bancaba a los gendarmes. 

Según el conductor del programa de TN Código político, es «difícil sostener la hipótesis del encubrimiento, porque era el mismo Gobierno quien ponía en evidencia a quienes podrían haber actuado por fuera de las órdenes recibidas y de la ley». Claro que el Poder Ejecutivo tardó más de un mes en ir por esa teoría, luego de señalar a la comunidad mapuche y a un puestero de Benetton, entre otras teorías distractivas.

El tristemente célebre título de 2002, autoría de Blanck

En lo que podría parecer una autocrítica, el editorialista dice que «el cálculo político está contaminando todo el caso». Sin embargo, los cañones los tiene apuntados a otro lado, ya que cita una encuesta de Management & Fit, según la cual «el 38,4% de los consultados señaló a la Gendarmería» como responsable de la desaparición «pero el mismo porcentaje señala a los otros actores de este drama: el 25,2% a sectores opositores y un 13,3% al propio grupo Resistencia Ancestral Mapuche (RAM)».

Es decir, Blanck elige una encuesta sin mayores datos técnicos sobre su realización para decir que hay «gente» que acusa a la oposición y a los propios mapuche de haber desaparecido al joven artesano.

«Es casi nada. Es lo que hay», cierra a las apuradas su columna dominguera. Y lo dice con un desaparecido en el medio. «Casi nada». 

Fuente: Infonews. Link

Hacer Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.