Alberto Aguinaga es precandidato del Partido Federal pero reivindica “los valores fundacionales del Partido Demócrata”.

Su publicidad rechaza “los mismos de siempre” entre los que identifica diversas agrupaciones que apoyan al gobierno nacional y al mismo tiempo “la bolsa de gatos” de la alianza entre Pro, UCR, Partido Demócrata y otros.

Afirma que no son un apéndice del radicalismo, “somos demócratas y vamos a trabajar por nuestras ideas”. Aquí radica el eje de su propuesta: impugnar el acuerdo de la cúpula del Partido Demócrata con Alfredo Cornejo para integrar el Frente Cambia Mendoza. Ese acuerdo tuvo un grave obstáculo cuando la Junta Electoral prohibió que la boleta demócrata lleve como candidato a Cornejo, por ello ese partido no tiene candidato a gobernador en su lista. Sin embargo la distribuyen acompañada del segmento correspondiente al gobernador de la lista 508. Esto supone el difícil proyecto de apoyar un candidato a gobernador al que no tienen en su boleta. A su vez la misma Junta conminó a Aguinaga a retirar la mención al Partido Demócrata o al Pro de su publicidad.

Contra esta alianza se levanta Aguinaga. Pone en pié de igualdad los frentes más voluminosos. Quiere

“salir de 30 años de gobiernos radicales y peronistas, que han llevado a la provincia a una crisis en todos los sectores”.

Este posicionamiento claro de afirmación de la identidad “gansa”, impugnando la decisión partidaria contrasta con una escasa formulación programática.

Se puede, sí, ver en las apariciones de la fórmula un fuerte rechazo del gobierno nacional desde el cuño ideológico conservador. Y en la misma clave rechazar la “contaminación” partidaria al integrar un frente.

Al momento de procurar la faceta propositiva destaca la mención al federalismo y la economía de la provincia: “hay que profundizar las políticas que contienen a la economías regionales debido a la crisis que hoy atraviesan esos sectores de importancia vital para el crecimiento de Mendoza” sostiene. Asimismo hace eje en la seguridad y propone aumentar la cantidad de fiscales y jueces e incluir hasta fábricas en la cárcel, fundado en la idea que resocializaría a los internos y ayudaría a financiar las prisiones.

Polémica, carente de cualquier autocrítica resulta la defensa de la participación personal que tuvo como ministro de la dictadura. “Nosotros no hemos estado desde el año 76 en el gobierno con cargos. Cuando dijeron que iban a llamar a elecciones y se iba a hacer un gobierno de transición, intervenimos en eso”. Al mismo tiempo que afirma que el 70% de los intendentes fueron radicales.

“Nosotros no hemos estado desde el año 76 en el gobierno con cargos. Cuando dijeron que iban a llamar a elecciones y se iba a hacer un gobierno de transición, intervenimos en eso”

Lo acompaña como precandidata a vicegobernadora es Adriana Videla Álvarez.

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