Una puesta en escena de Macri. Una actuación notable. Sigue invicto: no dijo una sola verdad. Miente con cara de piedra. Más que miente engaña. En cada una de sus frases hay desprecio por el pueblo y una desfachatez desconocida. Comete un ataque sistemático y planificado a los argentinos en cada palabra y cada acción. Y no está dispuesto a discutirlo en serio, por eso todo lo que dice es falso.

Como materialización de las distopías orwellianas o la banda violenta de “La naranja mecánica”, Macri inauguró una neolengua, aun mucho más nociva que aquellas.

Hacer Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.