No escapa al Papa lo que aprecian todos los argentinos: el gobierno de Macri es diabólico.

Con contundencia Francisco comparó al jefe de gabinete de Ministros de Argentina con el diablo.

La comparación que dejaron trascender desde el Vaticano marca la escalada de tensiones que se manifestó en el brutal ataque a Francisco por parte de los medios hegemónicos y macristas. El caso ya había tenido un punto alto en la respuesta episcopal a Leuco y el grupo Clarín. VER.

El Papa ha elegido señalar a Marcos Peña como responsable de la campaña aunque quizá debería mirar más arriba.

Para colmo Macri se muere de risa y “entiende perfectamente” lo que dice Francisco.

Hipócrita, el gran estafador argentino utilizar las palabras invirtiendo su significado. Mintiendo, pero más que mintiendo, estafando.

La “cultura del trabajo” en boca del gran vacacionista pierde relación con el esfuerzo, el “empleo de calidad” para un promotor del trabajo en negro tiene el sentido inverso de lo planteado por el Papa o de lo que entiende cualquier argentino de bien. Sin embargo, muestra la coherencia profunda de Macri que construye una sociedad estamental, de castas, que esclaviza a las mayorías. Trabajo de calidad es trabajo útil al patrón y cualquier cuestionamiento a las “potestades” del patrón conspira contra “la cultura del trabajo” que construye el gobierno diabólico.

Mas también es diablo Clarín y La Nación

No cejaron en tergiversar cada cosa que dijo Francisco. Como hacen siempre, corrieron el eje de la noticia: Clarín y toda la claqué bochornosa que lo sigue instalaron como temas los abusos a menores en la Iglesia y la supuesta falta de convocatoria del Papa.

La “falta de convocatoria” es desmentida por cualquier imagen y los abusos, poco importaron siempre a Clarín, que en general los encubrió, y ahora, que la noticia es la visita del Papa, no los abusos, pretenden azuzar a Francisco con el tema.

Hacer Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.