Cristina recibió el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Río Negro. En su clase magistral señaló los atropellos de jueces mafiosos y la necesidad de renegociar el acuerdo con el FMI para poder crecer.

Cristina Kirchner en Río Negro: «El sector más importante de la oposición es aliado del Poder Judicial»

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner destacó el rol universitario en la construcción de los 40 años de democracia.

Justicia, economía dolarizada, coalición políticas y acuerdo con el FMI: la agenda de Cristina Fernández de Kirchner, en su discurso de recibimiento del Doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), atravesó toda la coyuntura nacional. Tras su aparición en la distinción a Abuelas de Plaza de Mayo, la vicepresidenta viajó a la provincia austral, donde no tenía aparición pública hace 15 años.

Cristina Fernández de Kirchner recibió el reconocimiento «por el papel relevante que ha tenido en el desarrollo del sistema universitario argentino en general y en la creación y desarrollo de la Universidad Nacional de Río Negro», según argumentaron las autoridades. El discurso de la vicepresidenta llevó el nombre de «¿Hegemonía o consenso? Ruptura del pacto democrático en una economía bimonetaria: inflación y FMI, crisis de deuda y fragmentación política».

El rector de la UNRN, Anselmo Torres, destacó que «en su gobierno se crearon más de 16 universidades y amplió el sistema universitario y el acceso a la universidad, que permitió la repatriación de científicos y nos permitió dotarnos de masa crítica». «Este año queremos lograr la plena igualdad de genero, por eso este año vamos a reconocer a cuatro mujeres», añadió, en referencia a las menciones que también recibieron Rita Segato, Dora Barrancos y Catalina Wainerman.

Luego de agradecer a las autoridades universitarias, Cristina Fernández de Kirchner inició preguntándose: «¿Cómo estamos a 40 años de democracia? Parece que los tres poderes no funcionan». Posteriormente, recordó la asunción de Néstor Kirchner en el 2003, sosteniendo que «restituyó a la Casa Rosada como el centro de gravedad de poder político democrático votado de la República Argentina: las decisiones las toma el Presidente».

En ese sentido, subrayó que en los años previos a ese mandato renunció el vicepresidente, Carlos «Chacho» Álvarez, en medio de denuncias de coimas a legisladores. «Teníamos un Poder Legislativo en la que se podía comprar y vender leyes. Teníamos una Corte que se conoció con el nombre de la mayoría automática, que legalizó todas las privatizaciones y todo lo que fue, en cierta manera, el saqueo del patrimonio nacional», agregó.

Cristina Fernández de Kirchner criticó el fallo que anuló designación de Martín Doñate en el Consejo de la Magistratura

La vicepresidenta apuntó contra el fallo judicial que admitió un recurso de amparo de Luis Juez para anular la designación del senador oficialista Martín Doñate: «Cuando tenemos al sector más importante de la oposición aliado del Poder Judicial, para hacer lo que sabemos que está haciendo, veo que no estamos en un Estado democrático constitucional». Además sostuvo que «hoy, desde el Partido Judicial, porque ya no se lo puede llamar Poder Judicial, separaron al senador Martín Doñate, que era el representante en el Consejo de la Magistratura y restituyen al miembro que había impugnado. Más mafioso no se consigue».

Luego dio su comentario sobre las conversaciones filtradas de Lago Escondido y a los vínculos con la causa Vialidad: «¿Qué voy a hablar de mafioso si aquí en Río Negro, en Lago Escondido, todos los argentinos y argentinas pudimos verificar los chats donde por esas casualidades el juez instruyó la causa en la cual ayer acaban de proscribirme fue uno de los que recomendaban cómo hacer facturas truchas».

«Todos estos sectores y mafias que se regodean en el poder y en la impunidad en algún momento siempre colapsan», opinó y añadió que el 40° aniversario de la democracia necesita «de un Estado y de decisiones que van a requerir imperiosamente de legitimidad frente al conjunto de la sociedad».

Cristina Fernández de Kirchner también habló sobre el intento de magnicidio que sufrió: «La ruptura del pacto democrático, que es de lo que hay que hablar, fue terrible el 1° de septiembre. Si se los digo con todo mi corazón, odié ser protagonista de eso». «Uno observa casi una secuencia lógica en ese 1° de septiembre. En marzo del 2022, el día que se debatía en la Cámara de Diputados de la Nación el acuerdo con el FMI destruyeron mi despacho. Primero fue señalado con pintura, luego durante media hora, y sin que interviniera ninguna fuerza de la Ciudad de Buenos Aires ni Federal, fue apedreado y destruido. Está la misma jueza que instruye la causa», calificó.

Cristina Fernández de Kirchner se refirió a la economía bimonetaria en Río Negro

La vicepresidenta entendió que la República Argentina está inserto en una «economía bimonetaria» en donde «el dólar pasó a ser un patrón de conducta más que un patrón monetario». Asimismo, apuntó contra «las clases dirigenciales empresariales que empiezan a conformar activos externos en dólares, que por supuesto son tomados de nuestra economía y llevadas afuera de la Argentina. Paso por alto la estatización de la deuda de los grandes grupos concentrados de la dictadura en el año 82».

En ese sentido, recapituló que eso lleva a que «la gente, como un mecanismo de defensa, junta lo que puede y va y compra dólares. Este es un patrón de conducta, porque se relega al peso solo a cuestiones domésticas y se convierte una moneda que nosotros no tenemos como moneda de ahorro y moneda de pago, también, en algunas ocasiones. Vaya uno a comprar una casa o un terreno si no tiene dólares». «No critico al que hace eso, porque en definitiva se está defendiendo, está defendiendo su patrimonio», añadió.

Para abordar la situación, manifestó que «los dirigentes tienen que conducir a sus sociedad a lugares buenos y seguros». Luego reconoció que «hay una discusión sobre qué ocasiona esta inflación absolutamente desmedida, comparada con cualquier otro país del mundo, que tiene la Argentina. No es la primera vez que atravesamos la crisis hiperinflacionaria del ’89» pero criticó al macrismo porque «los que me dieron lecciones y que me dijeron que solucionar el tema de la inflación era un tema de chasquido de dedos la llevaron al 54%».

Posteriormente, recordó el acto en el Estadio Único de La Plata en donde señalaba que la economía iba a crecer y que se precisaba alinear precios, salarios, tarifas y servicios para «que el crecimiento no se lo lleven cuatro vivos; que es lo que está pasando. Es cierto que la economía está creciendo y es cierto que se generan puestos de trabajo, pero son precarizados y de muy baja calidad y salario. Esto es lo que siempre hemos sostenidos desde el peronismo, que es la participación de los trabajadores en el Producto Bruto Interno».

Cristina Fernández de Kirchner comenzó a enumerar los motivos a los que algunos sectores adjudican la inflación: «Los salarios están súper deprimidos y eso no lo discute nadie. Por los salarios no es. Cuando teníamos salarios altos había inflación, pero no esta». «No quiero que haya déficit fiscal, lo virtuoso es no gastar más de lo que ingresa, pero evidentemente en tiempo de crisis esto es un instrumento para evitar la recesión. Sino podemos tener el infierno más temido, que es recesión con inflación», continuó durante la proyección de un gráfico estadístico.

La vicepresidenta se refirió también a la inversión en Vaca Muerta de Petronas, la petrolera estatal de Malasia, uno de los países más deficitarios a nivel mundial: «Se dan cuenta cómo nos mienten los medios de comunicación cuando te dan clases de economía y te hablan 20 horas de déficit fiscal y no te hablan de los activos formados en el exterior para evadir impuestos y sustraer el trabajo de los argentinos».

Cristina Fernández de Kirchner habló sobre Martín Guzmán, la dolarización y el acuerdo con el FMI

En su discurso en la Universidad Nacional de Río Negro, opinó que «la pandemia fue terrible. La guerra también lo es. Pero no hay catástrofe más grande para la República Argentina que el endeudamiento que se produjo en el período 2015-2019». Después señaló que «esto no depende de personas; depende de políticas que hagan determinadas personas. No es una cuestión personal, es una cuestión política». «No tengo una cuestión dogmática ni ideológica contra el FMI», siguió.

Luego recordó que Miguel Pesce, presidente del Banco Central (BCRA), antes de cerrar el acuerdo con el FMI «me vino a proponer que estaban dispuestos desde el Fondo a venir a la Argentina a entrevistarse conmigo porque pensaban que yo iba a solucionarlo, porque el ministro de Economía que luego renunció estaba muy terco y era caprichoso». «A mí me enseñaron desde muy chiquita que el que empieza una negociación la tiene que terminar», le habría respondido.

«El ministro de Economía cuando renuncia no lo hace, como se dijo por ahí, porque se peleó conmigo», aseguró y consideró que «he demostrado muestras de pragmatismo cuando se trata de defender los intereses de nuestro país». Posteriormente, subrayó que «apoyé con mucha fuerza la reestructuración de la deuda privada aún cuando no hubo quita de ni un sólo dólar o de intereses. Creo que se habría podido hacer una mayor negociación».

La vicepresidenta afirmó que «parte de la responsabilidad institucional también es decir lo que puede pasar si se firman determinados acuerdos que finalmente terminan siendo inflacionarios». «Se van a tener que revisar las condiciones en las cuales se firmó el acuerdo», añadió e indicó que «la Argentina necesita urgentemente innovación tecnológica para sus exportaciones porque se han reprimarizado las exportaciones en la República Argentina durante los últimos años». «La gran innovación tecnológica proviene del sector estatal», concluyó.

Además apuntó contra las propuestas de dolarización: «Hay una parte importante de la sociedad cree que la dolarización puede ser algo así como la convertibilidad, donde nos habían convencido que un peso valía un dólar. El valor de una moneda no lo da ninguna ley. El valor de una moneda lo da el tamaño del país que lo emite». Por eso, opinó que «si hay una dolarización, el empobrecimiento de la clase media argentina no va a tener límites».

«Con la economía bimonetaria tenemos también una Argentina que se ha informalizado y tiene un alto porcentaje informal de economía en negro», interpretó la vicepresidenta y precisó que de la Población Económicamente Activa «tenemos registrados como empleados privados, públicos, monotributistas, autónomos, monotributistas sociales y empleadas de casa familiar más o menos 11,6 millones argentinos». «Después hay 7,8 millones que reciben un ingreso que proviene del Estado; no estoy hablando de jubilados, estoy hablando de AUH, Potenciar Trabajo y políticas de acción social», cuantificó y cerró: «De los que no tenemos registro de nada, tenemos 11,1 millones; casi el 37%, que no sabemos qué hacen».

Cristina Fernández de Kirchner ironizó diciendo «yo no sé cómo estamos vivos. Realmente la Argentina es milagrosa». «Me parece que estas son las cuestiones que tenemos que discutir. Esto significa por ejemplo administrar el comercio exterior para que no haya más festival de importaciones», continuó.

También se refirió al BCRA, criticando a los que «lo quieren quemar» y opinando que «se requiere una profunda reforma para que realmente cumpla el rol de cuidar la moneda, que es cuidar el tamaño de la economía». Asimismo, sostuvo que en el 2015 «vino otro partido que no pudo construir su hegemonía democrática porque dijo tarifazo, reforma previsional, vino el FMI y un endeudamiento feroz» y que «el que vino después no pudo construir la hegemonía democrática». «Ahora si no tenemos hegemonía democrática ni tampoco consensos, que te ayude tu hermano», agregó.

Posteriormente, mencionó indirectamente a Horacio Rodríguez Larreta destacando que «el otro día uno de los principales candidatos de la oposición dijo que el que decía que venía y sacaba el cepo era un chanta. Saludable gesto». Sin embargo, este mismo viernes el jefe de gobierno porteño afirmó en radio Mitre que: «Hay que sacar el cepo lo antes posible, pero para poder hacerlo tenés que tener credibilidad y estabilidad, terminar con la volatilidad de la inflación».

Por ello, pidió consensuar con la oposición porque «nuestro principal desafío es revisar el acuerdo; no para no pagar, sino para que nos dejen crecer. Es imprescindible el cambio de actitud, que no pasa por darles la razón en cuestiones donde seguramente no nos vamos a poner de acuerdo». «Tengo mucho temor a la fragmentación política» sostuvo y pidió «mirar a la región» porque «la gente sigue convencida que los políticos son los malos. No: los modelos económicos son los que causan el mal».

Finalmente, amplió su convocatoria a los sectores políticos para «aportar ideas y discusiones. No podemos seguir en un debate tan chato, tan mediocre y tan manejado por los medios de comunicación. No lo merecemos, sobre todo ustedes, estudiantes de universidades públicas».

Fuente: Ámbito Financiero. Link. Imagen: infocronos.

Hacer Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.