Por Leandro Ferrón*

Nos hartamos, y la banalidad mediática y el megáfono de las redes sociales instalaron una consigna: #NiUnaMenos

Algu@s se escandalizaron cuando la escucharon en boca del principal (pero no el único) vendedor-de-culos de la televisión argentina. La indignación fue comprensible, pero desestimaba la masividad con la que se impulsaría la frase.

Much@s más, en el entusiasmo de montarse a la ola anti-asesinatos de mujeres, están por primera vez haciendo públicos sus deseos de que no las maten, no las violen, no las maltraten. Un posicionamiento personal que no va acompañado por un compromiso político, que sin embargo redunda en halagos y admiración básicamente por no ser unos femicidas.

Nadie está libre de patriarcado, pero ningún varón que no cuestione sus propias prácticas machistas, concretas y cotidianas, debería poder decir #NiUnaMenos.

En mí, esas prácticas adquieren distintas formas:
– Mi participación en los quehaceres domésticos se restringe a “lo que me gusta” (como cocinar) dejando otras tareas (como la limpieza) como responsabilidad de mi pareja, en un engañoso reparto equitativo de deseos.
– Hay discusiones en las que me vuelvo intransigente, desestimado sentimientos de otras personas, o alternativas a un problema, apelando a ciertos análisis “lógicos” que dejan de lado cualquier abordaje intuitivo u otros razonamientos que se opongan a mi análisis.
– Tiendo a crear espacios de aislamiento que delimitan cuándo estoy disponible o qué merece o no la pena compartirse, ejerciendo así un control del tiempo y de la información sobre mi entorno afectivo.
– Soy autoindulgente con mis descuidos/olvidos/errores cometidos en el ámbito privado (me olvidé de sacar la ropa del lavarropas, no me di cuenta de regar las plantas, se me hizo tarde para ir al super) desligándome de la responsabilidad que representan estas tareas.

Hay más de ellas. Muchas. Algunas las voy descubriendo, otras, no las escribí por vergüenza o por considerarlas de carácter íntimo. De todas ellas trato de desprenderme.

#NiUnaMenos va a ser una realidad cuando cada un@ de nosotr@s haga el esfuerzo consciente de identificar y revertir los comportamientos «invisibles» de violencia y dominación que ponemos a funcionar día a día en nuestras relaciones, de pareja, laborales, o de amistad.

#NiUnaMenos puede significar para ellas empoderarse, como una opción, pero para nosotros des-empoderarnos, como necesario.

Desde el lugar que nos toca, llenemos de significado esas tres palabras, Ni-Una-Menos, haciendo públicos nuestros machismos, y tomando el compromiso de trabajar para dejarlos atrás. Te propongo que copies y pegues este texto, escribiendo las prácticas que reconocés en vos y que querés cambiar.

Que el #NiUnaMenos no se diluya en un tópico de moda, sino que se repita en tu boca o en tu muro porque asumiste la responsabilidad de convertirlo en algo concreto.

Nota:

A través de los hastag #contenidosparalaconsigna o #contenidoparalaconsigna (en singular), se puede encontrar e identificar en Facebook, material que tiene que ver con el sentido inicial de la consigna.

También se puede encontrar información al respecto en la página de facebook de RIMA (red informativa de mujeres argentinas).

 

*El autor es uno de los fundadores del Colectivo de Varones Antipatriarcales de Mendoza.

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