El duro documento de la CGT cambia el escenario sindical. Se rompió parte del encubrimiento gremial del macrismo.

El texto del documento de la CGT

Muchos argentinos depositaban las esperanzas en un cambio positivo que viniera a corregir lo que estaba mal y sostener lo que estaba bien. Que viniera a luchar enérgicamente contra la inflación que se come el sueldo de los trabajadores. Que viniera a pelear frontalmente contra la pobreza, y que viniera a dotar a la República de más institucionalidad.

Creíamos, y creemos, en la necesidad de una Argentina del encuentro y diálogo institucional. Sustentable en el tiempo, en una mesa a la que se debe convocar a todos, tal cual le reclamó al gobierno el Papa Francisco. Un diálogo que debe resolver los enormes problemas de los argentinos, con un norte claro, puesto en la producción, el trabajo, el empleo y la educación, pero en el que no pueden ni deben estar ausentes las distintas realidades de nuestra patria.

Lamentablemente nos encontramos desde un principio con un Gobierno de ceos, accionistas, dueños de empresas nacionales y multinacionales, que no afrontan la ley de ética pública, asumiendo sus cargos con total desparpajo, conservando acciones e injerencias en sus empresas y beneficiando claramente su propio interés.

Y como para la construcción de un relato desde un lugar confortable se necesita un enemigo, todo aquello que se opusiera era el pasado, era el peronismo, eran los sindicatos, mezclando en la comunicación situaciones de funcionarios, sindicalistas y algunos empresarios investigados por delitos de corrupción. El diálogo pasó a ser un monólogo.

Proyectos que se planteaban en determinados términos y que luego aparecían escritos con innegable pluma de los asesores empresarios, contradiciendo los acuerdos alcanzados. Hoy, nada de lo que se prometió se ha cumplido. Por el contrario, es imposible suponer que se va a eliminar la pobreza o tan sólo bajarla si sigue sosteniendo un trazado económico contrario al interés nacional. Es imposible suponer que las inversiones se van a realizar en sectores productivos que van a generar mano de obra si siguen fomentando la timba financiera, con interes y emisiones de deuda que generan ganancias especulativas siderales.

Es imposible una mejor institucionalidad y calidad democrática, mientras se sancionen las leyes como la reforma previsional y tributaria que sigue favoreciendo a los sectores concentrados de la economía y castiga a los más amplios sectores alcanzados por la seguridad social, tal es el caso de los compañeros jubilados y pensionados a quienes se les ha disminuido el ingreso.

No es posible creer que se busca transparentar la defensa de los trabajadores, cuando se alienta la desafiliación sindical desde el propio Estado, incurriendo en una práctica desleal. Tampoco es posible creer que arreglando por decreto la paritaria docente, se busca un mayor equilibrio entre los actores.

Es imposible creer que haciendo denuncias mediáticas, judiciales, tributarias, y a través de un aparato comunicacional afín, con amenazas de auditorías, etcétera, se logra una mayor eficacia en la defensa de los derechos de los trabajadores. En todo caso, este tipo de estrategia gubernamental solo busca la deslegitimación de las organizaciones sindicales ante la sociedad, para avanzar con mayor rapidez sobre el salario y las condiciones de trabajo.

Lo único que ha hecho el Gobierno en estos dos años ha sido: hacer perder el poder adquisitivo de jubilados y salarios, rebajar el sueldo de jubilados, pensionados y programas sociales, llenar las góndolas con productos extranjeros que conspiran contra el trabajo de los argentinos, endeudar el país de manera inaudita, hacer más rico a los ricos y más pobre a los pobres.

Por eso, decidimos:

1. Repudiar enérgicamente los recortes a jubilados y reclamar la derogación de la ley sancionada en la materia y poner a disposición de nuestros compañeros a servicio jurídico gratuito, para iniciar acciones judiciales y todas las medidas pertinentes.

2. Exigir negociaciones paritarias libres y sin topes.

3. Habida cuenta que el poder Ejecutivo impulsó la reforma laboral en un contexto donde la verdadera intención era la reforma previsional, no acompañar al proyecto de Reforma Laboral presentado en el Senado por el Poder Ejecutivo.

4. Rechazar el Decreto de Necesidad y Urgencia 27/18, particularmente la atinente a las deudas laborales; inembargabilidad del sueldo, prohibición de la disposición de los fondos de la ANSES para la timba financiera, desfinanciamiento del sistema de seguridad social; por ser altamente inconstitucional.

5. Apoyar y acompañar activamente a las organizaciones que se declaran en conflicto, en razón de los fundamentos expresados en este documento.

6. Convocar a técnicos asesores y todos compañeros para elaborar un programa básico de coincidencia respecto al destino y poder del país.

7. Requerimos a los legisladores nacionales que no acompañen con su voto la sanción de leyes que vulneran y cercenan derechos de los trabajadores y los sectores más desprotegidos.

El presente documento es dado en la ciudad de Mar del Plata, provincia de Buenos Aires, a los 18 días del mes de enero, para ser presentado ante las autoridades de la Confederación General de Trabajo (CGT).

Fuente: Infogremiales. Link. Imagen: Moderna Buenos Aires – Ignacio Coló.

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