El absurdo total en la persecución política a Cristina. Stiuso, el matón de la SIDE de la dictadura, extorsionador de jueces y políticos de la democracia, quiere usar sus magistrados para acosar a la principal líder opositora. Amenaza “convertirse en querellante” en una causa armada de modo grotesco.

La secuencia es así: la banda de Stiuso en la SIDE le sugiere al juez Lijo que escuche a Parrilli. Lijo acepta y prorroga sucesivamente las escuchas aunque el motivo esgrimido no pueda sostenerse. La SIDE le lleva una desgravación a Marijuan y, muy probablemente, el audio a un periodista operador. Marijuan hace una denuncia insólita contra Cristina usando un párrafo coloquial, “causas que le armamos”, que claramente se entiende en el mismo audio, quiere decir lo contrario de lo que se alega. Y de esa denuncia ilegal y trucha deriva que ¡Stiuso quiere convertirse en querellante!

El objetivo del turbio que encubrió el atentado a la AMIA (VER) es entorpecer una investigación que no va a ningún lado pero permite seguir espiando a Cristina, armar informes truchos, alimentar los medios de Magnetto de información falsa, mantener las mentiras sobre el caso Nisman y con estos recursos incidir en las elecciones de este año. El agente de inteligencia ya tiene programado un conjunto de recusaciones para que los jueces y fiscales sean los que le responden.

El aviso que Stiuso quiere embarrar todo

Las explicaciones de Arribas y el regreso del espía Stiuso

Cuando el ex agente vuelva a la Argentina, va a presentarse como querellante en la causa abierta por las escuchas a Cristina.

Damián Nabot

Antonio Horacio Stiuso se presentará como querellante en la investigación abierta por la difusión de los audios donde Cristina Fernández pregunta por las causas “armadas” contra el espía. La contienda personal de Stiuso es incansable. La búsqueda de ser querellante apunta ahora a incidir en la investigación, abrir una nueva puerta para que Oscar Parrilli, el interlocutor de Cristina Kirchner en los audios, sea llamado a declarar, busca reclamar allanamientos, exigir nuevas pruebas. Stiuso está convencido de que la ex presidente quería matarlo. Fernández de Kirchner cree que el espía es el brazo ejecutor de un poder en las sombras que pretende llevarla a la prisión. Y en ese mar turbulento, un conjunto cada vez más grande de pícaros pescadores sacan provecho.

Stiuso se encontraba fuera de la Argentina cuando los audios fueron difundidos por el programa de Luis Majul. Cuando regrese enviará a su abogado Santiago Blanco Bermúdez al juzgado de Sebastián Casanello para ser admitido como querellante. Y a renglón seguido, el espía va a pedir la recusación del juez y del fiscal Franco Picardi para separarlos de la investigación.

Stiuso, quien durante décadas trabajó de incidir en las investigaciones de los juzgados de Comodoro Py, encasilla a Casanello y Picardi en las filas de sus adversarios y, por lo tanto, va a bregar todo lo posible por empujar la denuncia hacia otro juzgado.

Dos años atrás, Picardi había acusado a Stiuso de haber extendido ilegalmente escuchas secretas de los teléfonos de un conjunto de informantes que trabajaban en Argentina para la firma privada de espionaje británica Dark Star Security. La extensa red montada por la estrella oscura de los ingleses involucraba desde empresarios, hasta periodistas y dueños de medios. Stiuso los denunció y, de esa forma, echó luz sobre los privados que competían con la SIDE. La luz es la peor enemiga de los informantes. Lo último que desea ahora el espía es encontrarse en manos del fiscal que lo denunció por la causa Dark Star.

Fuente: Perfil. Link. Foto: Perfil – Cedoc.

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