Todas las semanas el grupo Clarín ataca con Lanata. Ataca no es un eufemismo, pone en práctica su mecanismo sancionatorio a funcionarios desobedientes. Lanata no es el problema, es Magnetto.

Todo lo que dijo, siempre resultó mentira. ¿Te acordás de las bóvedas? No existían ¿Te acordás de la secretaria? No era secretaria. ¿El viaje de Boudou? No, Boudou estaba en en Senado. Siempre, todo, mentira.

Todavía está fresco el derrumbe de la operación contra Aníbal Fernández de lo que hasta La Nación tuvo que informar.

El traficante que Lanata llevó a casa de Carrió dijo que le ofrecieron “favores”. La prueba del método de coimas y extorsión que utilizan. Cabe recordar también la denuncia del jefe de gabinete de que gente de la producción de Lanata le ofreció “moderar” el informe.

Así trabajan, con coima y extorsión, pero no aparecen jueces dispuestos a combatir estos delitos flagrantes.

Cuando D’elía le mojó la oreja

Como ahora hace con la Tupac Amaru, Lanata intentó enlodar a Luis D’elía. Advertido D’elía, preparó un video que expuso vía internet al mismo tiempo que Lanata emitía su programa, dejándolo en total ridículo. Es de advertir que los métodos son similares, el entrevistado en aquel video cuenta cómo lo amenazaron con perjudicar a sus hijos. Toda una línea de conducta mafiosa.

Mirá el video.

Invertir la carga de la prueba

Además resulta que Lanata y compañía son bastante torpes porque sus mentiras encuentran rápida refutación. Pero no siempre fácil desmentir una acusación, por eso en derecho penal no puede invertirse la carga de la prueba. El que acusa debe “probar” razonablemente que el acusado cometió el hecho. La lógica mediática, de la que el grupo Clarín abusa, regresa la inquisición medieval que requería al acusado probar su inocencia.

Todo lo que ocurra a partir del grupo Clarín, aún cuando alguna vez fuera cierto algo de lo que dicen, todo lo que ocurra a partir de esa cloaca, es una desgracia para la democracia. Nada se le puede pedir a esos mafiosos. Sí a los políticos que se les disciplinan y que tenemos que conseguir por el bien de la Patria que se mueran de vergüenza.

¿Y los organismos de control?

Todos los domingos Lanata inflinge toda la normativa. Fuma en cámara, putea, discrimina de modo flagrante. Emiten en cadena en todo el país pero los organismos de control en general no actúan.

AFSCA en primer lugar defrauda por inacción las expectativas de los colectivos que se ilusionaron con otra comunicación. Pero tampoco la CNC, INADI, Defensa de la Competencia utilizan sus potestades para defender a los que no tenemos voz frente a estos abusadores.

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