La Unidad de Información Financiera y la Oficina Anticorrupción actúan como organizaciones de terrorismo de estado. Atacan opositores del presidente utilizando prerrogativas administrativas y jurisdiccionales. Encubren a los funcionarios del gobierno más corrupto de la historia argentina.

La extorsión es una práctica de la mafia. Cuando la mafia llega al gobierno se convierte en una práctica de gobierno.

Le tocó el turno a Hugo Moyano. “Un informe de la UIF (Unidad de Información Financiera) al que accedió La Nación” anuncia el periodista Iván Ruiz para informar sobre datos que son secreto fiscal.

Horacio Verbitsky reveló datos del blanqueo. Contó, por ejemplo, que el hermano y socio de Macri blanqueó 622 millones de pesos (siendo que eso estaba prohibido en el texto legal). VerPero Verbitsky es periodista y no funcionario del Poder Ejecutivo.

Federici y Talerico, titulares de la UIF, no son periodistas, son abogados de los lavadores desde siempre y desde Macri, funcionarios del gobierno. Si ellos revelan datos secretos, cometen un delito.

En realidad es una práctica sistemática del macrismo. Desde las escuchas a Cristina Kirchner hasta plantar testigos falsos que dicen que Casanello se reunió con Cristina o agentes de la SIDE que dicen que levantaron a Santiago Maldonado haciendo dedo, el actuar como terrorista de estado del gobierno macrista lo que menos hace es sorprender.

La nota en La Nación:

Como aconsejaba el Padrino de Coppola, “mantente cerca de tus amigos pero más de tus enemigos” parece ser la consigna de Macri que el martes mandó a Jorge Triaca a una inauguración con Hugo Moyano.

Dada esta “filtración selectiva” de los terroristas financieros sería bueno que se haga pública toda la información del blanqueo para evitar más delitos.

Imagen: Infonews. Macri regala una rosa blanca a Moyano. Moyano ríe. ¿Una escena de El Padrino IV?

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