Y lo dice nada menos que su ex administrador que los conoce bien. Héctor Marchi lleva la denuncia de los delitos de los supremos a la CIDH y pide un tribunal imparcial.

Exadministrador de la Corte lleva sus denuncias contra la Corte a la CIDH por falta de «garantías»

(Por Felipe Celesia) El exadministrador general de la Corte Suprema de Justicia, Héctor Marchi, desplazado por una resolución de tres de los cuatro ministros a fines de abril, recurrió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para resguardar lo que considera su derecho a «un tribunal imparcial» ya una «tutela judicial efectiva»

Marchi apeló al tribunal supranacional después de una serie de denuncias que realizó ante la comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados y ante el juez federal Ariel Lijo, por presuntos manejos irregulares dentro de la Corte Suprema y en la Obra Social del Poder Judicial.

Así lo explicó en una entrevista exclusiva que mantuvo con Télam, en la que reitera la explicación sobre los desmanejos dentro del funcionamiento de la Corte y la obra social, que ya brindó en el Congreso y la Justicia.

– Télam: Un mes después de haber presentado ante la comisión en Diputados y ante la Justicia, decide recurrir a la CIDH. ¿No encontró la respuesta que esperaba?

– Marchi: Hay varios hechos. El primero es la recusación que yo presenté de los ministros por la demanda civil contra la diputada (Elisa) Carrió, que está en la Corte hace más de cuatro años y medio y no se ha resuelto. Todos los ministros se han declarado irrecusables más allá de la vigencia de un juicio político, creando una nueva doctrina. Me parece entonces que no hay imparcialidad y no me parece un hecho que deba ser validado. Se han declarado irrecusables también en los aspectos administrativos que yo planteo, con lo cual veo que la Justicia en este aspecto y en este lugar no me da ningún tipo de garantías, con lo cual debo acudir a un organismo externo.

Además, en este último tiempo, tuve que asistir como testigo en dos ocasiones a la Comisión de Juicio Político. Luego, de manera voluntaria, me presenté como testigo en el juzgado del doctor Lijo para aportar documentación, solicitar que se añada otra documentación que deberíase a instituciones y pedir que me citen nuevamente para poder seguir aportando pruebas. En realidad, más que «denuncias», fue contar un poco el estado de situación respecto a lo que yo llamo dos grandes ejes: la obra social y las informalidades en el funcionamiento de la Corte Suprema que venía advirtiendo en la presidencia del doctor (Horacio ) Rosatti.

– T: ¿Cuándo decide declarar en contra de la Corte?

– M: ¿A qué se debe mi presencia en los dos lugares? Bueno, lo único que hice fue contar mi trabajo. Objetivo, profesional, que vengo realizando hace 16 años. Respecto a la obra social, fue un trabajo que me encargaron los ministros de la Corte, en donde debí hacer una evaluación del estado de situación y brindar recomendaciones. Eso fue a partir de septiembre del año 2021. Presenté cuatro informes y ofrecí treinta recomendaciones para que la obra social funcione como una de primer nivel. Esos informes, que ya estaban hechos cuando comenzaron a reunirse la Comisión de Juicio Político, llevaron a que se hicieran distintos tipos de interpretaciones. Yo lo que planteé es que había un problema estructural y funcional en la obra social. Eso derivó en una persecución personal hacia mí dentro del tribunal que terminó con un traslado el 20 de abril injustificadamente. Eso fue lo que pasó.

– T: ¿Por qué la Corte le encargaría un trabajo y luego se molestaría con el resultado?

– M: Cuando me encargaron el trabajo, esto fue cuando explotó la obra social después de la pandemia, ellos (los ministros de la Corte) me dijeron que era el único que tenía espaldas para solucionar el tema y poner orden. No solamente hice ese trabajo, sino que me ocupé de que se formara un nuevo directorio para que la obra social no explote.

Yo advertí esas irregularidades a partir del informe número uno, que es el único que está publicado, y reclamé en reiteradas ocasiones que se publicaron todos los informes y recomendaciones porque quedaría claro cuál fue el trabajo realizado. No sé por qué se siguió un camino distinto. Dicho esto, por qué me trasladan (a la Cámara de la Seguridad Social) el 20 de abril, creo que tiene que ver con que el día anterior la Comisión de Juicio Político había solicitado que se enviaran todos los informes que había realizado la Secretaría General de Administración. Yo los suministré y al día siguiente se tomó esta decisión. Primero desguazaron toda la Secretaría General a través de una acordada. La Secretaría viene desarrollando un trabajo muy bueno, en el sentido financiero, que todos conocen. Muy buenas reservas, sin deudas, con transparencia total y todo publicado. La Secretaría General de Administración, además, fue pionera en la incorporación de tecnología a la Corte Suprema.

– T: ¿Pero hubo alguna queja de los ministros por su trabajo en la Obra Social?

– M: Me parece que fue una sanción encubierta al trabajo realizado, pero también debe saber, cuando me encargaron este trabajo, que lo iba a realizar de una manera totalmente objetiva y profesional. Es tan así que la Comisión de Auditoría que se formó luego de mi informe número uno, convalidó todo mi trabajo. Yo creo que los funcionarios públicos deben servir a las instituciones para el bienestar de los ciudadanos, con lo cual las realidades hay que saberlas entender, hay que saberlas detectar, hay que cambiar lo que hay que cambiar y solucionar los problemas.

– T: En cuanto a los manejos internos irregulares dentro de la Corte ¿Cuándo comenzó a percibirlos?

– M: Parte de la mala imagen del Poder Judicial está en la cabeza del Poder Judicial. Todo este nuevo mecanismo de funcionamiento de la Corte comenzó hace un año con la nueva presidencia. Yo me inicié con una Corte de siete ministros, con los cuales la formalidad era la forma de trabajo. Cada uno hablaba personalmente, no tenían emisores. Se tomó una nueva forma de trabajar, en donde un vocero habla por los tres ministros pero la particularidad que tiene este vocero es que se maneja informalmente. Yo denuncié esas informalidades, por ejemplo, la eliminación de un correo oficial del presidente de la Corte a través de un WhatsApp. La verdad que es un hecho muy particular. Luego, vio esconder los informes de supervisión de la obra social que no llegaron a todos los ministros. También algún tipo de persecución a funcionarios que estaban a mi cargo. Eso no existió nunca en la Corte Suprema, siempre se manejó todo con un respeto enorme. Todo muy cooperativo en el trabajo. Ahora hace un año que se tomó otro tipo de otra forma de trabajo en donde el vocero habla por los ministros. No me parece adecuado. Creo que le hace muy mal a la institución. Pero bueno, acá hay personas que han decidido sostener ese tipo de conductas dentro del Palacio y de los resultados deben hacerse cargo aquellos que están sosteniendo a este tipo de personajes.

Fuente: Enorsai – Télam. Link. Imagen: Página/12.

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