Mientras en la provincia el diálogo de la transición sufre los mismos devaneos que el estado de ánimo del Gobernador, el mandatario electo encontró un atajo y se reunió con el ministro de Economía de la Nación.*

¿A quién le conviene más que el Banco Nación siga siendo el agente financiero de Mendoza? Con esa pegunta como disparador, el gobernador electo, Alfredo Cornejo, pudo sentarse a dialogar con el ministro de Economía de la Nación, Axel Kicillof, ante la imposibilidad de cerrar acuerdos con el actual mandatario provincial, Francisco Pérez, como interlocutor.

Cornejo llegó al despacho de Kicillof en donde tuvo que hacer una larga espera para ser atendido, pero lo consiguió. El radical que más nexos tejió con el kirchnerismo, al punto de que el propio Néstor Kirchner lo visitara en su despacho de intendente en Godoy Cruz, debió sortear su situación de opositor, aliado del «enemigo principal», Mauricio Macri y como el responsable del triunfo sobre el único territorio peronista en el que Daniel Scioli no pudo hacer pie. Otro mendocino habría oficiado de nexo: el titular de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo.

El tema central -según fuentes del peronismo en la Casa Rosada le confirmaron a MDZ- fue negociar la continuidad o no del Banco Nación como agente financiero de la provincia, en tanto los equipos de Cornejo estudian la posibilidad de generar alguna banca menor propia en el futuro, una vez avanzado el gobierno y encarrilados los caminos financieros que hoy se bifurcan hacia zonas insondables.

Se sabe en Buenos Aires que Mendoza es el principal cliente del Nación, después del gobierno nacional. De hecho, la sucursal Ejército de los Andes, frente a la Plaza San Martín, es la segunda en cantidad de fondos administrados por mes, detrás de la casa ubicada frente a Plaza de Mayo.

Si bien Cornejo se encuentra frente al tema en una encerrona, no está la banca estatal en condiciones de rescindir su relación con la provincia tampoco. Y si bien no trascendió una conclusión del encuentro, ni el propio cornejismo se animó a hablar del tema, el paso dado resulta, al menos, un avance en los diálogos que, en solitario, empezó a encarar el futuro gobernador ante la crítica relación que existe en Mendoza con el gobierno que se va.

En ese marco, hay algo seguro: Cornejo, dialoguista conocido, no le escapará a hablar con el propio Daniel Scioli si resultara necesario para encaminar las cuentas provinciales. Hasta ahora, su nexo es Pepe, el hermano que volvió desde el círculo íntimo de Francisco de Narváez para sumarse a la intentona familiar de copar la Casa Rosada.

*www.mdzol.com

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