Los asesinos del régimen argentino sometieron a vejaciones a Héctor Timerman que aceleraron su muerte. Preso político de una justicia partidista impidieron su tratamiento.

Fueron coherentes hasta el fin, ante su muerte lo siguieron calumniando, como corresponde a su estatura ética.

Sus mercenarios de la pluma y la pantalla se destacaron pero no es necesario detenerse en ellos sino en los dueños de los chanchos.

En estas postreras calumnias destacó el “pacto con Irán”. Pues bien, es bueno recordar que tanto Macri, el agente Nisman, como toda la caterva imperialista que saquea Argentina difunden una versión falsa y manipulada de lo que pasó en AMIA señalando a Irán.

Al contrario, Rubén Beraja, titular de la DAIA de entonces y del fallido Banco Mayo, que tiene decenas de pichones en el gobierno de Macri, el policía favorito de Macri, Fino Palacios, entre otros, han tenido responsabilidad directa en el atentado y el encubrimiento.

Quien más sabe del atentado de 1994 es Juan Salinas. Y es concluyente: no tienen una sola prueba contra Irán.

Imagen: El Intransigente.

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