Martín Caín, titular del Sindicato de Juegos y Casinos de Mendoza (UPJCM), cruzó duramente a los legisladores que votaron la modificación del Convenio Colectivo de Trabajo de su sector.

Se trata de una larga disputa con el gobierno de Alfredo Cornejo.

Apenas asumido, una de las primeras peleas sindicales fuertes del gobierno macrista mendocino fue, precisamente, por el despido de empleados del Instituto provincial del Casinos.

El acampe de trabajadores en la puerta de la principal de sus instalaciones, la confluencia con ATE, ambas CTA y una multitud de organizaciones sociales y políticas, produjo una paulatina reversión del brutal ajuste inicial.

No faltaron provocaciones, simulaciones y denuncias persecutorias de los funcionarios a dirigentes y activistas sindicales.

La venganza del gobernador llegó de la mano de la corporación política.

El bloque que UPJCM y otros sindicatos lograron armar abroquelando toda la oposición y aún parte del oficialismo para frenar el intento de modificación regresiva del Convenio que regula a los trabajadores del Instituto Provincial de Juegos y Casinos se vio “súbitamente” partido. Como suele ocurrir cuando se habla de “consenso”, esos acuerdos son para privilegios de políticos profesionales y perjuicio de los ciudadanos de a pié.

Es el caso que se dio cuando ocho legisladores del Frente Para la Victoria “se dieron vuelta”, incumpliendo su palabra, y posibilitaron a Cornejo tomar venganza de los trabajadores pioneros en doblar su brazo.

Como siempre, la historia no terminó.

Entrevista exclusiva a Martín Caín

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