Entrevista al Ing. Eduardo Pascualino

El pasado sábado 25 de abril de 2015, desde el programa “Temprano para Imposibles” de Radio Nacional Mendoza, se entrevistó al Ing. Eduardo Pascualino, Ingeniero Agrónomo, docente de la Facultad de Ciencias Agrarias y del Instituto Superior Técnico de Estudios Económicos de Cuyo, quien expuso lo siguiente:

– Eduardo, nos comunicamos contigo porque por motivos casuales sabemos que has encontrado unos bichitos bastante llamativos en el centro de Mendoza, y quería que nos cuentes si es posible ¿de qué se trata?

– Sí, cómo no. Son bichitos llamativos que generalmente no están en esta zona pero mucha gente, y del que mucha gente sí conoce el nombre, pero tal vez no conozca las consecuencias ni cómo actúa. Es nada más ni nada menos que la vinchuca.

– ¿Y dónde encontraste vinchucas Eduardo?

– Encontré en el edificio donde vivo, justamente en la entrada por mi ventana al departamento. Es raro que eso se dé acá en esta zona céntrica. Y ¿cuáles son los vectores o los animales que pueden transmitir acá? Y… pueden estar en los palomares. Nosotros tenemos nidos de paloma cerca y se puede desprender alguno de ellos y volando o planeando con el viento puede entrar en cualquier vivienda.

– Recordamos la peligrosidad de la vinchuca vinculada a la transmisión del mal de Chagas…

– Del mal de Chagas… y en realidad el mal lo produce cuando este bicho que pica al ser humano o a cualquier animal está parasitado por un parásito que lo descubrió justamente Carlos Chagas, en Brasil, allá en la primera década del siglo pasado, que es el trypanosoma cruzi. Este parásito es hematófago, es decir que se alimenta exclusivamente de la sangre de personas y de animales.

– ¿Qué te parece que está pasando para que a uno lo sorprenda el encuentro de vinchucas? ¿A vos también te sorprende?

– Sí, me sorprende. Yo pienso, no sé si estoy equivocado o no, la gran proliferación de palomas que tenemos como causa. En la ciudad, en las terrazas de los edificios… veo el edificio de enfrente y por la mañana se forman un hilera de treinta, cuarenta palomas en el borde de la terraza.

– ¿Qué podría hacer el Municipio para prevenir esa situación?

– Más que el Municipio, yo tomaría medidas precautorias, desde la misma gente, nosotros mismos. Por ejemplo mantener limpia y ordenada nuestra casa… recordemos que este parásito pone huevos y de esos huevos nacen no unas larvas, sino que se llaman ninfas, que luego tienen unas cinco mudas hasta que se transforman en adultos. Y esos huevos los pone normalmente abajo de los colchones, en las estrías que tienen los colchones en los bordes, atrás de los cuadros que están colgados en la pared, o pósters que son huecos… y ahí va poniendo los huevos, nacen estas ninfas y estas ninfas están ocultas de día y de noche bajan, se sienten atraídas justamente por animales o por personas y pican y directamente chupan la sangre.

– Yo te presente como Ingeniero Agrónomo precisamente porque quiero destacar que no has confundido la vinchuca con otro insecto, vos conocés bien de qué estamos hablando.

– Directamente cuando la ví, la puse en un frasco viva y junto con mi señora nos pusimos a revisar y en las estrías del colchón vimos las ninfas chiquititas. Entonces las puse en el mismo frasco. Lo que yo aconsejo que se haga es que llevar ante cualquier duda que se tenga, si se trata o no… las ninfas parecen chinches, el mismo adulto de vinchuca también parece como una chinche, llevarlas al Hospital Lencinas, que es justamente de infecciosas y ahí te dicen si esos insectos están infectados o no. Si están infectados por el trypanosoma enseguida se tiene que hacer un análisis de sangre la persona que ha sido picada. De todos modos transcurridos diez o veinte días hay que hacerse un análisis. A nosotros nos dio que no, que no están infectadas. Si hubiese estado infectada, la persona que recibe esta picadura tiene síntomas entre los diez y treinta días que ha sido picada, tiene vómitos, diarreas, mareos. Esos serían los síntomas de una fase aguda de la enfermedad… Hay una fase crítica de la enfermedad que ocurre entre diez y treinta años después que atacas las vías circulatorias y afecta el corazón.