Una cobertura de Clarín nos permite ver el primitivismo empresarial. Estenssoro por la puerta giratoria muestra que están en los dos lados del mostrador. Su modelo: políticos obedientes. Un ídolo: Aranguren, el agente de la multinacional del saqueo.

Autocrítica de los empresarios por su relación con el Gobierno*

Creen que no deben ceder ante escraches o críticas del poder. Y Estenssoro hizo un pedido de cara al futuro.

Los empresarios comenzaron a admitir que permitieron ciertas prácticas del kirchnerismo que los perjudicaron. Juan José Aranguren, ex presidente de Shell, y María Eugenia Estenssoro, ex senadora nacional, fueron críticos con el rol de las compañías en la última década. “Ser empresarios es tomar riesgos o ¿preferimos ser protegidos por el Estado?”, planteó Aranguren. “De él (por Aranguren) decían que era un fundamentalista, que tenía a la Shell atrás. Para mi es un referente, pero lo invitan ahora, en el fin de ciclo”, azuzó la ex política.
El consultor Fernando Cinalli, que asesora a supermercados, moderó el panel y se permitió una reivindicación tardía. “Hace 10 años pasó lo de Alfredo Coto (el ex presidente Néstor Kirchner lo escrachó porque en el Coloquio se habló de inflación)”. “¿Qué hubiera pasado si hace 10 años no hubiéramos claudicado frente a nuestro derecho a expresarnos?”, expresó Cinalli que fue aplaudido. Muchos se miraron con cara de saber que cometieron un error.
Aranguren, que ahora encabeza los equipos en cuestiones energéticas de Cambiemos, interrogó a su audiencia preguntando si “¿Tenemos códigos, al estilo mafioso, o tenemos principios?, ¿Integramos el poder o lo cortejamos?”. Llamó a los ejecutivos “empleados de alto poder adquisitivo que manejan recursos de otros”. “Algún colega se definió como cortesano del poder”, señaló Aranguren como el modelo que no le parecía adecuado a seguir. “Ser empresario es saber hacia dónde se va”, sentenció.
Estenssoro, retirada de la política, pidió que se bajaran las luces e invitó a una suerte de meditación colectiva. “La sabiduría es la inteligencia ligada al amor. No usamos nuestros valores, nos equivocamos”, diagnosticó. “En la política, hay gente valiosa y decente pero sin capacidad para trabajar juntos por una lucha de ego y desconfianza”.
“Me preocupa sobremanera que el candidato con mayor intención de voto en nuestro país sea una persona que no se sabe quién es y lo que piensa”, arrancó Estenssoro, hija de uno de los empresarios con mejor gestión de YPF. “Los van a votar el Frente para la Victoria, o simpatizan con el Frente para la Victoria, esperan que no sea lo que ellos piensan que es… Y los que no lo van a votar ni les gusta, dicen ‘es distinto’. Eso es equizofrenia”, planteó esta mujer, que también es periodista y fue empresaria, sobre Daniel Scioli. “¿Ustedes como empresarios contratarían a alguien que viene con una hoja, un currículum y le dicen ‘lo voy a contratar porque yo creo que lo que dijo era lo que quería decir y lo que hizo…’?”, arrancó Estenssoro y no terminó la frase porque los aplausos la taparon. “Ese candidato no tendría ese nivel de aceptación que tiene hoy en la sociedad si gran parte del empresariado no lo estuviera apoyando”, levantó la apuesta en referencia a Scioli, aunque allí las palmas se batieron a menor intensidad.
Cinalli llegó a IDEA hace 10 años de la mano de Coto. En ese coloquio, el supermercadista fue criticado por Kirchner (“Yo te conozco”, lo reprendió) porque en el encuentro se estaba hablando de inflación. A partir de ese episodio, la gran mayoría de los empresarios trató de escapar a menciones presidenciales de ese tipo.

*Clarín

Coto & friends

Parece que para que Coto no discuta con los políticos le tienen que regalar un terrenito como en la Ciudad de Mendoza.

Coto y sus amigos mendocinos

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