Cada inundación encuentra a la gobernadora Vidal descansando. Nunca interrumpe sus vacaciones a pesar de los padecimientos de los ciudadanos y la desidia de sus funcionarios.

Barrios inundados producen sinnúmero de padecimientos. En el interior provincial las zonas bajo agua ya se convierten en un problema económico mayúsculo. Vidal no aparece. Llegará cuando termine su descanso. Como siempre. A sacarse la foto.

«Prefiero morir antes de abandonar mi casa»

Es la dramática confesión de Santiago, un vecino de Longchamps afectado por las inundaciones. En Pilar, Sergio pidió prestado un kayak y salió a auxiliar a los vecinos. 

Santiago tiene 96 años y pese a las inundaciones, no quiere dejar su casa.

Por Matías Resano 

En diferentes puntos del conurbano bonaerense, las tormentas y el temporal que se desencadenaron en las últimas horas reflejaron las crudas realidades que están padeciendo centenares de familias, quienes se encuentran a la deriva, resistiendo y esperando en sus casas el retroceso del agua, como también clamando por una ayuda.

Una muestra estremecedora la representan el caso de Santiago, un abuelo de más de 90 años, quien quedó atrapados en sus vivienda, desamparado y tapados no por el agua, sino por la angustia y la desesperación.“No hay manera de sacarlo de ahí. Él dice que si tiene que morir va a ser en su casa”, fue el testimonio desgarrador que brindó María segundos después de retirarse del domicilio de su papá, Santiago, de 96 años, quien reside en la localidad bonaerense de Longchamps.

El hombre decidió permanecer en su domicilio a pesar de los ruegos de sus familiares, luego de que en la madrugada de este lunes el agua ingresara al interior de la propiedad, sorteando el improvisado muro con bolsas de arena que él mismo colocó. Fue entonces que su hija acudió horas después para convencerlo de que se aleje momentáneamente de su hogar hasta que la inundación comience a ceder.

Al respecto, María señaló a Crónica que “estamos permanentemente sobre él, pero más que nada debemos contenerlo porque ve que su casa se viene abajo, después de muchos años de sacrificio”. A varios kilómetros de Santiago, Mónica tampoco baja los brazos, desde las 5 de ayer, cuando un impacto la despertó y corrió hacia la cocina a observar qué pasaba.

Justamente el temporal arrasó con el techo de chapa de su casa, en la zona de Río Alegre, en la localidad bonaerense de Merlo. Por lo tanto, acudieron a las autoridades pertinentes pero no recibieron respuesta satisfactoria alguna y por eso debieron emplear otros mecanismos para iniciar la reconstrucción.

En este sentido, la mujer reconoció que “tuvimos que levantar los pedazos de ladrillos que se desprendieron para empezar a construir parte de lo que perdimos. Estamos a la deriva”. Por casos como los de Mónica y Santiago, Sergio le pidió prestado un kayak a un vecino y salió a recorrer los barrios más afectados a la vera del río Luján, en el partido de Pilar.

Allí el desborde alcanzó los dos metros y por lo tanto Sergio remó hacia cada vivienda afectada para al menos rescatar las pertenencias de los damnificados. Al respecto, el joven enfatizó que “mi idea fue ponerme a disposición de los vecinos pero siempre ayudando el trabajo que hacen Defensa Civil y los bomberos porque tengo que ser responsable y no pasar por arriba de ellos”.

A su vez, el voluntario, quien se desempeña como socorrista, aclaró que “hago esto porque me gusta, sentía que debía ayudar a las familias que lo están pasando muy mal en condiciones de emergencia”.

Fuente: Crónica. Link.

Las lluvias del fin de semana, otro duro golpe para el agro bonaerense

Con registros que promediaron los 100 mm durante el fin de semana, las entidades gremiales agropecuarias trabajan en la estimación de daños. La Cuenca Baja del Salado, entre las zonas más afectadas.

Este año será recordado sin duda por los productores agropecuarios bonaerenses, como uno de los más complejos a nivel climático. Las lluvias no dan tregua en 2017, y el pasado fin de semana se registraron abundantes precipitaciones en las provincias de Buenos Aires y La Pampa, que en varias localidades superaron los 100 mm.

Esta situación también pondrá a prueba el anuncio de la gobernadora María Eugenia Vidal sobre el inicio de las obras del Plan Maestro para la Cuenca del Salado.

En los últimos días, las entidades gremiales vinculadas a la producción dieron a conocer algunas cifras que permiten dimensionar el nivel de daños causados por los excesos hídricos. La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) señaló que las pérdidas económicas  ascienden a 1.500 millones de dólares, con 1,2 millón de hectáreas que no podrán ser sembradas y cerca de 5,5 millones de hectáreas afectadas en distintos grados por las lluvias. Desde la Federación Agraria Argentina (FAA) manejan cifras similares, y sostienen que en territorio bonaerense se encuentran afectadas 6,1 millones de hectáreas en 53 municipios.

Las precipitaciones del último fin de semana obligan a una nueva revisión de estas cifras de por si preocupantes, y si bien al momento de redactar estas líneas no hay datos definitivos que permitan mensurar el daño, las perspectivas para el agro y la ganadería son poco alentadoras. Esta situación también pondrá a prueba el anuncio de la gobernadora María Eugenia Vidal sobre el inicio de las obras del Plan Maestro para la Cuenca del Salado.

Basta efectuar un repaso a zonas como Carmen de Areco, con 185 mm; Tapalqué con 140 mm; Azul 130 mm, y Bolivar y Carlos Casares con 100 mm, por mencionar algunos de los distritos más castigados. Consultado por INFOCIELO, el presidente de CARBAP Matías de Velazco admitió que el “panorama es muy complicado, y se agravan las pérdidas que estimamos hace diez días por 1500 millones de dólares”. El directivo sostuvo que esta situación atraviesa a todas las producciones, y además de generar incertidumbre en la próxima siembra de soja y maíz, impacta de lleno en la ganadería. “Las principales zonas de cría están en plenas pariciones, y en un mes comienzan los servicios”, añadió. En esta actividad, una de las zonas más afectadas es la Cuenca baja del Salado, que comprende a localidades como Rauch, Pila, Lezama y Chascomús.

De cara a la siembra gruesa del ciclo 2017/18, los productores miran al cielo y hacen cuentas. Un común denominador es que en muchos distritos ya se superan los promedios anuales de lluvias, como el caso de Henderson: con un registro que cada año oscila entre los 930 y 950 mm, a la fecha se registraron precipitaciones por 1.100 mm.

Desde CARBAP señalaron que se encuentran en plena estimación de daños causados por las lluvias del pasado fin de semana, que se conocerán en el transcurso de la semana.

Fuente: Infocielo. Link.

Hacer Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.