Pichetto sabe que Macri se cae. Se ve en el sillón de Rivadavia. Para eso necesita a Cristina presa. Bonadío responde al plan. Macri también.

El Destape, sitio web que creó Roberto Navarro cuando el régimen macrista lo censuró de la televisión, reveló que Bonadío se reunió con Miguel Pichetto dos días antes de la bandera de partida del show de los “cuadernos”. De la reunión participaron los radicales Gerardo Morales y Ernesto Sanz.

Si la causa avanza, como se considera avanzar en este régimen, atropellar todo y encarcelar sin pruebas, meterán presa a Cristina (si no hay una reacción popular que impida la maniobra) para sacarla de la disputa electoral y política.

Pichetto anunció su intención de ser presidente en los programas televisivos de la ex SIDE y en un acto en La Plata. Más revelador del método para conseguirlo fueron sus elogios a Eduardo Duhalde y el apoyo del ex senador. Ver.

Duhalde ejerció la presidencia del país desde comienzo del año 2002 hasta el 25 de mayo de 2003 en aplicación de la ley de acefalía, por renuncia de Fernando De La Rúa, siendo senador. Como hoy Pichetto.

La revelación de El Destape

El plan de Pichetto tiene como premisa la profundización de la crisis económica y una implosión del gobierno macrista. Allí el senador hará un acting muy similar al de Duhalde en 2002, dirá que “asume la responsabilidad…”.

Que toda la causa “cuadernos” es un montaje de persecución política y agenda mediática es tan evidente que no vale la pena repetirlo. Pero sobre la presencia de Ernesto Sanz en la reunión sí vale una reflexión. ¿Están los radicales en el complot?

Es muy difícil imaginar que Sanz, asesor, amigo y operador de Macri haya participado sin conocimiento del presidente. El plan Pichetto es un plan que tiene cierta “bendición” de Macri.

El heredero de la mafia calabresa, Maurizio Macrì, es un hombre que proyecta, y proyecta la continuidad del régimen de saqueo más allá de la eventual desintegración de su gobierno.

El único obstáculo del plan palaciego es Cristina, la gran impugnadora de la entente.

El show montado por los trolls de Marcos Peña y los medios macristas para simular que “presionan” a Pichetto y los senadores que lidera es una actuación destinada a legitimar algo que ya dicidieron al menos el 17 de julio, allanar a Cristina, y si el pueblo no los detiene, encarcelarla.

Pichetto cumple su parte en la obra montada y da “libertad de acción” haciendo como que un clamor popular forzó a los senadores. Claro que nada de eso. Ver.

Vale insistir en que Macri tuvo los “cuadernos” por lo menos diez días antes de que se conociera su existencia. Ver. Eso supone un delito toda vez que no realizó la denuncia pertinente. Claro, que se aplique justicia con Macri es demasiado pedir. Aún.

Imagen: Clarín.

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