Ahora tiene la manija y lo festeja. ¿Que el grupo Clarín diga qué se puede y qué no, es democracia? El jefe agradece la militancia de los suyos. El discurso del titiritero.

Magnetto rompió el silencio

El CEO de Clarín encabezó el encuentro gerencial anual del Grupo y evaluó el futuro tras la victoria de Mauricio Macri.

El Grupo Clarín realizó la semana pasada su encuentro gerencial anual en Mar del Plata, donde el CEO del monopolio Héctor Magnetto rompió el silencio y brindó sus definiciones de cara al nuevo gobierno que encabezará Mauricio Macri desde el próximo 10 de diciembre.

La conferencia a la que asistieron 200 ejecutivos de las distintas unidades de negocios que conformarn el Grupo Clarín tuvo lugar en el tradicional hotel Costa Galana de esa ciudad balneraria. Además de Magnetto también estuvieron presentes los accionistas José Aranda y Lucio Pagliaro.

“Gracias por acompañarnos en la decisión de no prostituirnos, de no resignarnos, de no darnos por vencidos. Gracias por ayudarnos a mantener una vocación periodística y ética puesta al servicio de hacer de nuestro país un lugar más libre y civilizado. Me animo a decir que no existen otras organizaciones empresarias que hayan vivido un hostigamiento tan profundo y prolongado del Estado. Sé que el compromiso trascendió la relación laboral e involucró valores personales”, expresó Magnetto, en una suerte de evaluación de la década kirchnerista.

En otro momento destacado de su discurso, el CEO del Grupo hizo alusión a la denominada «grieta», un eufemismo de la política argentina que los medios de su monopolio contribuyeron a instalar en los últimos años. La resistencia de estos años, dijo, “fue para poder seguir haciendo lo que nos gusta hacer, sosteniendo nuestra esencia. Esa esencia tiene que ver con la legítima aspiración a una sociedad más integrada, que pueda progresar sin exclusiones, con un faro en la libertad y otro en la igualdad de oportunidades y ante la ley, cuya supremacía sea un valor compartido por todos los argentinos. Una sociedad que pueda convivir en paz, que pueda articular armónicamente sus diferencias. Que pueda integrarse inteligentemente al mundo y generar valor agregado”.

“Resistimos porque no queríamos sobrevivir o aún crecer de cualquier manera, sino ejerciendo nuestra tarea autónomamente, a nuestro leal saber y entender, y no de acuerdo a las directivas que nos baje el poder de turno», agregó.

Por último, se dedicó a fijar los lineamientos de la política comunicacional de los próximos años, orientada a los nuevos desafíos que propone la era digital. “Todos nos preguntamos si las organizaciones periodísticas profesionales podrán seguir ocupando su lugar en las democracias de occidente. Creo que sí, pero lo que está claro es que para poder seguir siendo relevantes tienen que asumir proactivamente su propia transformación, manteniendo su esencia y a la vez reinventándose todo el tiempo para sostener su vinculación personal con los ciudadanos y su identificación con las comunidades y sectores. Esto en un universo de estímulos informativos y de opinión mucho más multipolar, con las redes sociales como actores centrales, con nuevos referentes que surgen permanentemente, con audiencias que legitiman o deslegitiman en vivo el discurso de los medios”, dijo el CEO.

Además, ratificaron su intención de seguir operando en múltiples frentes: “Somos un grupo de comunicaciones, como nos definimos en 1995, cuya esencia viene de los medios y que ha incorporado paulatinamente la distribución de video, el acceso a Internet y las telecomunicaciones, a medida que estas industrias se hacían más y más imbricadas”.

El análisis de la política que se viene estuvo a cargo de reconocidos especialistas: los politólogos Natalio Botana y Rosendo Fraga y los economistas Ricardo Arriazu, Miguel Bein y Carlos Melconian dieron su parecer y abrieron un debate donde -según Clarín- «hubo más consensos que disidencias».

Fuente: Infonews.

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