No hemos caído en la cuenta de que el presidente argentino ¡ES BUDISTA! El hecho no es solo una “excentricidad”. Macri miente a los argentinos. Pero qué cosmovisión podemos esperar de este “manochanta”.

Macri es budista. Ver.

A pesar que sostiene ser católico al mismo tiempo, parece que no

Como vemos, no es que no sepa persignarse, sino que no quiere hacerlo por repulsión. El del video no es el único caso. Se ha reiterado. Ver.

En lo que no hemos avanzado es en analizar cómo el budismo se imbrica con aspectos clave de su proyecto político.

Una sociedad de castas, la aceptación pacífica de la “suerte” (desgracia) sin dar pelea, la veneración al jefe y la jerarquía,  la preparación para “el cambio” según lo dispone el jefe, son algunos de los elementos del “cambio cultural” que nos propone este presente bizarro.

Imagen: Perfil.

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