La campaña de calumnias del régimen macrista se relanzó este domingo con más espionaje ilegal y sobres para los mercenarios.

En el programa del domingo 26 de mayo Majul volvió a incurrir en un delito flagrante en articulación con el gobierno de Macri. Expuso escuchas a los presos políticos. El mecanismo que utiliza Macri hace añares consiste en tener un juez del palo que dispone las escuchas que ellos quieren y que no tienen nada que ver con la causa en la que las ordenan. En este caso usaron una por efedrina para espiar a Roberto Baratta y otros presos políticos.

Como hace el régimen en su plan sistemático, esos productos del delito son exhibidos en toda la cadena de medios criminales. Usan este espionaje para desacreditar al juez Ramos Padilla, cuya investigación deja al descubierto la trama de secuestros y terrorismo estatal y paraestatal del macrismo. Pero no pueden. Se hacen un nudo pero no pueden forzar las escuchas para lograr su cometido.

Por la mismo causa se supo que Majul intercedió en la negociación espuria y delictiva entre el ministro de Justicia, Germán Garavano y Leonardo Fariña. Plata y libertad para Fariña a cambio de un falso testimonio contra funcionarios kirchneristas. Su “profesora”, una abogada que le explicó cómo funciona la obra pública, lo que fue usado para sus mentiras. El macrismo persigue a la abogada que contó la verdad por “revelar secretos de inteligencia”, toda una confesión.

La campaña de los vendepatria se hace ahora extensiva a Alberto Fernández.

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Imagen: El Destape.

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