El grupo Clarín sin demora le dice a Macri, Massa y Stolbizer qué tienen que hacer. El viejo titiritero no pierde las mañas y muestra quién gobernará con cualquiera de ellos en la Rosada. Preparate para nuevas operaciones.

De Clarín.com del 10 de agosto de 2015

La elección de octubre está abierta

Del editor al lector*

La manipulación y la falta de datos fue una maniobra de patas cortas. El triunfo de Scioli no merecía esa torpeza.

Ricardo Kirschbaum

Scioli lo ha logrado: es el candidato del oficialismo. Obtuvo el primer lugar en la elección primaria de ayer. Su triunfo no solo fue un triunfo electoral. Se impuso a una administración que lo subestimó, primero, lo quiso tumbar de la gobernación de Buenos Aires y, al final, impotente, se tuvo que tragar el sapo de su candidatura. Scioli se lo debe al peronismo antes que al kirchnerismo cerril, que lo rechaza aún hasta ahora. Lo que haga ahora Scioli en adelante no dependerá tanto de una gracia presidencial sino de sus propias habilidades, que deberá probar si llega al Gobierno.

Lo que Scioli no logró anoche es llegar con una diferencia rotunda sobre Cambiemos, la coalición ungió a Macri como su candidato con los aportes de Sanz y Carrió. La manipulación comunicacional otra vez fue distintiva. Se puso énfasis en la diferencia que Scioli tuvo contra Macri cuando, en verdad, debía medirse con el porcentaje de Cambiemos. De esa operación participó toda la cadena de propaganda oficialista y sus encuestadores, además de la insólita y soberbia declaración de su jefe de campaña, Alberto Pérez. Pronto, la verdad derrumbó ese discurso triunfalista mentiroso que escondió la realidad.

Scioli esperaba llegar a 40% y obtener una diferencia de 10 puntos con Macri. No lo consiguió ahora. Para ganar en primera vuelta en octubre necesita superar los 45 puntos. Y entonces deberá cargar la mochila de Aníbal Fernández, en la Provincia, algo que el candidato del FPV no quería.

El jefe de Gobierno porteño ha quedado en la zona competitiva de la elección: su discurso de anoche mostró, con su estilo, que intenta hacer ahora lo que debió haber hecho antes y, por los resultados puestos, hubieran sido jaque mate para el oficialismo.

Macri, para sostener su objetivo de llevar la elección a una segunda vuelta, debe mejorar su performance en lugares donde, a priori, se esperaba una mejor elección. Y precisa, también, atraer electores por sí mismo o por sus aliados radicales y peronistas.

La sorpresa ha sido Sergio Massa, a quien la diáspora de sus intendentes y la negativa de Macri de aceptar ir a una interna con el Frente Renovador o, en todo caso, aceptar a su líder como candidato a gobernador, había dejado en una situación de debilidad.

La primaria de ayer mostró que no solo no está muerto sino dispuesto a dar batalla. Su discurso de anoche, con Felipe Solá a su lado luego de una interesante elección en la Provincia, mostró sus reflejos políticos intactos. La convocatoria a la oposición, Stolbizer incluida, fue una iniciativa de la que Macri no puede desentenderse.

*nunca mejor elegida la sección en que colocar el manual de instrucciones. El lector elegido por Ricardo Kirchbaum en representación de H. H. Magnetto en este caso se llama Jaime Durán Barba (nota del editor de Debate Mendoza)

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