Cristina en el Senado

La primera intervención de Cristina en el Senado inauguró una potente palestra de impugnación del proyecto oligarca vendepatria.

La cuestión de privilegio con que inició sus alocuciones en su nuevo período como legisladora dejó varias cuestiones que no se han mirado lo suficiente.

Algunas cuestiones que planteó Cristina (enumeración no taxativa):

Hacen circo con mi desafuero. Mienten.
Lo que dicen que yo digo, no es lo que digo. Ni lo que hice. El caso de Romero Feris en que me imputan cambio de conducta, no corresponde, Romero Feris no asumió como senador.
Los fueros son de la Cámara, no de los legisladores. Los diputados o senadores que prometen renunciar a los fueros, mienten, hacen circo.
La persecución judicial y mediática que padecemos en Argentina pasa también en otros países de Latinoamérica. Igual, Bonadío supera los estándares de comparación.
Lo que ocurre en Argentina no es solo persecución judicial y estigmatización mediática, acá se deja sin representación a una parte importante de la sociedad. Se atropella y vulnera la representación política.
El caso de la diputada de Chubut (ver) es más que extorsión, es un mecanismo mafioso. Eso nunca sucedió en Argentina. El gobierno de Macri es responsable.
La foto del gabinete de Macri con los gobernadores “garantizando” el voto de los diputados y senadores es una violación al vínculo de representación que prevé la Constitución.
Ni los gobernadores ni los ministros ni Macri son dueños de los votos de los legisladores.
Con todas estas causas inventadas también atacan la representación.
Cristina anuncia que va a discutir todo. “Siempre dije lo que pensaba e hice lo que dije”.
El oficialismo no solo elige qué hacer también elige qué oposición tener. Dicen cómo quiere que sea la oposición.
Al oficialismo puede no gustarle el tipo de oposición que hacemos, bueno, a mí no me gusta nada su gobierno. Basta de andar pidiendo oposiciones “de diseño”.
Estamos ante una fuerte amenaza de cercenar la representación política en el Parlamento.