Dr. Alberto Daniel Gago*

En tiempos de la internacionalización del capital y los mercados, los temas del crecimiento económico toman una nueva intensidad dado que reflejan la necesidad de la inserción de las producciones regionales dependientes a los dictados del modo de producción global. En este contexto las economías periféricas, reordenan sus estructuras pero sobre los tradicionales sectores dinámicos de su economía, es decir sobre las industrias de exportación intensivas en recursos naturales. Las producciones y los capitales son orientados por la regulación dirigida internacionalmente que ordena crear ambientes competitivos sobre empresas-firmas representativas de la gran fracción del capital.

El acelerado crecimiento económico en Argentina y la región,  impulsado por la reciente internacionalización del capital y las exigencias del mercado globalizado, impuso un agresivo desarrollo de las tradicionales industrias ligadas a la exportación.  Los desarrollos y transformaciones económicas en este contexto, reconocen fuertes procesos de cambio, cuyo resultado se manifestó en fuertes procesos de concentración y exclusión. Situación que ha sido el resultado de las dinámicas de acumulación asociadas a la regulación neoliberal del modo de producción global.

En la región, las crisis de las viejas industrias extractivas  y su resurgimiento, han sido la constante del estilo de desarrollo en que se desenvuelve la economía regional. En consecuencia, las industrias de exportación se constituyen en motoras del desarrollo, induciendo al surgimiento de un conjunto de actividades complementarias y de apoyo, sobre la base de una demanda de bienes e insumos importados. Así se fueron consolidando agrupamientos industriales jerarquizados ajustados y ordenados por la gran fracción del capital y muy condicionados por los contextos internacionales.

La dinámica del crecimiento económico en la región históricamente se sostuvo en industrias extractivas intensivas en recursos renovables y no renovables, y orientadas a la exportación. Desde la colonia a la actualidad este estilo de crecimiento ha tenido un comportamiento muy volátil, vulnerable e inestable, con marcadas crisis y  rupturas en el desenvolvimiento económico.

En los 90s, en el escenario de la competitividad globalizada e impulsadas por la regulación neoliberal, las industrias sustentadas en bienes exportables intensivos en recursos naturales tomaron un gran impulso facilitado por un modo de producción agresivo que requería de la presencia del capital transnacional, provocando no sólo concentración y exclusión, sino también, un fuerte proceso de desnacionalización y extranjerización. En este sentido, y dentro de las crisis periódicas que caracterizan a la economía nacional y regional en Argentina,  se puede afirmar que en las últimas décadas, las transformaciones-reconversiones en las industrias extractivas fueron orientadas por las políticas neoliberales e impulsadas por un fuerte proceso de internacionalización de los mercados y los capitales. Es decir, en la fase reciente de globalización, la región observa una fuerte expansión de las industrias de exportación intensivas en recursos naturales orientadas a la demanda internacional que dan entidad a una modalidad de desarrollo que puede denominarse de “competitividad especializada mundializada” (GAGO, A., 2008).

Las nuevas modalidades de la acumulación y la regulación nacional afectaron con intensidad el desarrollo de la economía regional. Los impulsos globales provocaron acelerados y profundos procesos expansivos y de crisis en la economía regional, en sus actividades, en los agentes y en los procesos productivos, generando profundas fragmentaciones y asimetrías (desigualdades). En consecuencia, estas industrias se convierten en muy dependientes de los impulsos que emanan de la demanda externa, el capital internacional y  los agentes-grupos-firmas que representan el negocio a nivel  internacional.

Por estas razones, la modalidad del desarrollo de la economía regional, se encuentra muy condicionada por el comportamiento de las industrias de exportación como lo son las agroindustrias de alimentos y bebidas, las industrias de base minera y el turismo. Ellas son ramas económicas que por su dimensión e importancia, se articulan bajo la forma de cadenas productivas mundializadas (CPM). Estas CPM presentan alta integración entre los eslabones  de producción y distribución por la fracción del gran capital (FGK). Además, su comportamiento, también se ajusta sólidamente a las regulaciones globales, los desarrollos tecnológicos foráneos y la gran escala de producción de la empresa que ordena el modo de producción mundial. Es decir, en economías periféricas, la inserción a nivel internacional, está siempre ligada a las exigencias que impone desde la tradicional división internacional del trabajo, quedando estas industrias extractivas de exportación supeditadas a ser productora de “commodities”, con alto nivel de dependencia de los países industriales centrales.

Las industrias motoras dinámicas son industrias orientadas a la exportación (agroindustrias e industrias de base minera), y se puede afirmar que sus desempeños, crisis o auges, reproducen sus impacto en los desempeños de la mayoría de las ramas industriales que se agrupan a su alrededor (senderos industriales dependientes).

La hipótesis de que los nuevos procesos de modernización y reestructuración productiva, en este período son liderados y jerarquizados por las empresas-firmas líderes (gran fracción del capital) se hace totalmente visible en la región. Estos agentes van generando enormes asimetrías y desigualdades entre los agentes representantes de las diferentes fracciones (relaciones inter-empresas, y con la fuerza de trabajo).

Por otra, el marco regulatorio impulsó la internacionalización de las producciones, permitiendo el arribo masivo de corporaciones transnacionales (CT), lo cual modificó radicalmente el funcionamiento de las ramas sectoriales y la misma dinámica económica regional. La consecuencia más drástica es la ausencia de un marco regulador más eficaz que propenda a reducir la desigualdad y una mayor integración de las fracciones menores del capital, que resuelva la fragmentación de los procesos y de los agentes, y que impulse la igualdad de oportunidades.

Los procesos ya no sólo involucran agentes y actividades exclusivamente locales sino que es un  proceso  más amplio que se desarrolla a nivel mundial. Los niveles de asociación y vinculación de las empresas-firmas  con otros grupos de similar tamaño permiten acrecentar aún más el poder de la gran corporación en el mercado. Además, se produce por vía del intercambio desigual, una dependencia más intensa de los propietarios productores independientes no integrados a la gran fracción del capital. Fueron entonces, las grandes nuevas inversiones extra-regionales las movilizadoras del fuerte proceso de modernización y reconversión productiva reciente. Situación que ordenó la gran fracción del capital (capital externo) e imitado por las fracciones menores del capital no excluido del circuito productivo formal. Por otra, la organización productiva exigió la integración total  (producción y distribución) de los agentes dominantes en la CPM. Ello significó la imposición del ajuste, que ordenaban los agentes dominantes del proceso productivo a los nuevos conceptos de la competitividad mundializada. Así los agentes propietarios de modernas industrias integraron la distribución con la fase de producción y los insumos  a escala mundial, y  la interna-cionalización de las producciones y del capital, dando origen al fenómeno de extranjerización implícita de este estilo de producción.

El proceso de reconversión productiva obedeció a la forma explicitada que consolidó y expandió las cadenas productivas mundializadas, exitosas, especializadas y concentradas, y orientadas a la comercialización de sus bienes de consumo o semi-elaborados, a los mercados internacionales. Las trasformaciones en las industrias de exportación de base agrícola se manifestaron en el predominio de nuevas  formas orientadas al mejoramiento de las materias primas y los insumos, haciéndose visibles la modernización excluyente, la dependencia de las industrias complementarias-conexas en su acomodamiento a esas demandas condicionadas. Las cadenas productivas especializadas y mundializadas se fortalecieron en la lógica de regulación neoliberal que permitió: la apropiación irrestricta de los recursos naturales y las empresas locales. Esta forma de la apropiación concentrada comienza con el cambio de la regulación, la radicación directa del gran capital transnacional en la compra directa de empresas locales y de grandes extensiones de tierras para la explotación de materias primas (agroindustrias) o de recursos no renovables como las áreas mineras (de exclusividad). El proceso sigue con la “integración completa” de las actividades de la CPM y los intercambios asimétricos. De tal manera que producción y distribución, se constituyen en fases integradas, concentradas y estratégicas, necesarias en el dominio y apropiación de los recursos naturales.

De esta manera, la acumulación del capital y la concentración de los recursos naturales son  condicionantes fundamentales de la apropiación y acumulación concentrada.  El dominio estratégico de los recursos naturales (por dominio de la GFK), inicia el camino de un desarrollo dependiente y seguro por apropiación irrestricta de los medios de producción. El dominio sobre los recursos naturales por la forma de la apropiación directa o por la vía del intercambio, se constituye en la estrategia de extranjerización de los medios de producción, que no es sólo un proceso concentrado de apropiación,  sino un dominio estratégico productivo que se traduce en dominios segmentados en lo social, económico, productivo, ambiental y político.

Las industrias de exportación demuestran que el crecimiento industrial en las regiones periféricas se sustenta preferentemente en las ventajas comparativas, y el dominio centralizado de la innovación y el capital por la gran fracción del capital (fracción foránea), y en las ventajas institucionales que se imponen acorde a esta modalidad dependiente, concentrada e internacionalizada.

Esta línea argumental es presentada con la intencionalidad de generar una amplia discusión y reflexión de la modalidad del desarrollo provincial actual.

Algunos Interrogantes.

¿Es imposible salir del modelo periférico de las commodities?

¿Cuáles son los factores más determinantes de la nueva modalidad?

¿Qué papel juega el modo de producción global, las corporaciones transnacionales y el Estado nacional?

¿Después de la extracción y apropiación violenta de los medios de producción, que desarrollo se concreta?

¿Es un destino sin salida?

 

*Dr. Ciencia Política y Sociales. Investigador 1 y Prof. Titular. Universidad Nacional. Presidente Postgrado Centro de Estudios e Investigaciones Regionales Mendoza. Referente del Partido Frente Grande en Mendoza

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