Techint cobra por no hacer nada de los recursos de los porteños. Una llave que ayuda pero no explica. Techint coincide con Macri en el modelo agroexportador. El problema es que además maneja un gremio industrial. Debate ya te contó el manejo sobre la UIA. Recordalo 

EL GOBIERNO PORTEÑO TUVO PARADAS DOS AÑOS LAS OBRAS DEL SUBTE H Y POR ESO OTORGO A TECHINT UN ADICIONAL INEDITO

Cómo pagar 1700 millones por no hacer nada*

Un informe de la Auditoría porteña revela que la empresa contratista recibió un 85 por ciento más del presupuesto inicial. Ese acuerdo, al que accedió este diario, no fue publicado en el Boletín Oficial. Tres estaciones deberían haber sido inauguradas en abril de este año.

Por Werner Pertot

Tres estaciones de la línea H de subte, que deberían haber sido inauguradas en abril de este año, están lejos de ser terminadas. Según un acta acuerdo entre la contratista y el Ministerio de Desarrollo Urbano, Daniel Chain –a la que tuvo acceso Página/12– el principal problema es que la obra estuvo parada por dos años mientras los macristas definían qué hacer con un problema con el tipo de suelo. Un estudio de la Auditoría porteña indica que, debido a estos retrasos, las empresas Techint y Dycasa cobraron 1700 millones de pesos en adicionales y redeterminaciones de precios. Esto implica un aumento del 85 por ciento sobre el precio original de la obra. Tanto el acta acuerdo con las resoluciones en las que se aumentaron los costos brillaron por su ausencia en el Boletín Oficial.

Es sabido que la relación entre Macri y las obras del subte no ha sido la mejor a lo largo de su gestión. Su campaña de 2007 la arrancó prometiendo 10 kilómetros de subte por año. “Eso incluye la finalización de la línea H, que debe llegar hasta Retiro. La extensión de la B, y la iniciación de las F, G e I”. En ocho años de gobierno, inauguró las estaciones de la línea A, H y de la B que ya venían avanzadas de gobiernos anteriores. En tanto, cerró la línea A durante el verano de 2013 y dejó sin servicio a la línea B durante fines de semanas y feriados desde abril del año pasado y hasta junio de este año para adaptar las estaciones a los vagones que compró en Madrid.

Cuando se les pregunta, los funcionarios macristas sostienen que la prioridad en los próximos años estará puesta en mejorar lo que hay y sumar formaciones para aumentar la frecuencia. Es la promesa que hizo el jefe de Gobierno electo, Horacio Rodríguez Larreta, en su campaña.

La extensión de la red no parece ser una prioridad. Un informe de la Auditoría porteña, que analiza un acta acuerdo de 2012 entre la empresa y el gobierno porteño, señala que las obras debían haberse terminado en abril de 2015 para las estaciones Córdoba, Santa Fe y Las Heras. En cambio, la estación Plaza Francia estaba prevista para 2017. En ese acuerdo de partes, también postergaron para ese año las estaciones Sáenz y Pompeya. El taller de Parque Patricios tendría que haber estado terminado a fines del año pasado.

El equipo del auditor Eduardo Epszteyn pudo averiguar que los plazos están lejos de cumplirse: hasta junio, la estación Córdoba tenía un avance del 74 por ciento; la de Santa Fe, del 60 por ciento; Las Heras, 72 por ciento y Plaza Francia, 12 por ciento. Los túneles que llegan de Corrientes a Plaza Francia tenían un avance de entre el 64 y el 50 por ciento, según el caso. En total, la obra no avanzó más de un 33 por ciento. “Por un lado hay falta de decisión política en lo que tiene que ver con la expansión del subte, y por otro, hay una gran ineficacia y situaciones sospechosas entre SBASE y las empresas contratistas”, advirtió Epszteyn.

Un acta acuerdo entre el ministro de Desarrollo Urbano y las empresas contratadas, Dycasa y Techint, de abril de este año, reconoce que la obra estuvo parada dos años. El documento que no fue publicado en el Boletín Oficial indica que entre el 10 de junio de 2012 y el 16 de abril de 2014 las obras estuvieron frenadas y que la responsabilidad fue de la gestión porteña, por lo que se le reconoció una suma de dinero adicional a la unión de empresas por otros 30 millones de pesos.

En junio de 2012, las empresas presentaron una alternativa para hacer los túneles a lo que siguió un intercambio burocrático y una serie de estudios hasta principios de 2014. Se tomaron esos dos años para resolver un problema con los suelos y el uso de otro tipo de tuneladora. Una vez que se reinició la obra en 2014, tampoco se avanzó demasiado: un año más tarde, la ejecución de los túneles había avanzado un 1,54 por ciento.

La obra original costaba 2001 millones de pesos, según el contrato de septiembre de 2011. El atraso representó un aumento del precio total del 85 por ciento, entre redeterminaciones de precios y adecuaciones que relevó el equipo de Epszteyn (ver aparte). En total suman 1700 millones de pesos. “A Macri le gusta criticar al gobierno nacional. Debiera observar muy detenidamente la forma sospechosa en que se está beneficiando a estas empresas”, indicó Epszteyn.

Exprópiese

No es el único costo que tendrá la demora. Sucede que para avanzar con la obra se hicieron una serie de expropiaciones. Este diario informó hace tres años que un informe del entonces legislador Rafael Gentili indicaba que para construir dos bocas de subte de 10 o 15 metros, el gobierno de Mauricio Macri pretendía expropiar 3432 metros cuadrados.

La tarea de realizar las expropiaciones fue tercerizada por Sbase en una consultora que conducía Gabriel Núñez, un hombre cercano al gerente de Legales de SBASE, Juan Freire Aurich. La consultora fue creada un mes antes de recibir el primer pago de la empresas estatal de subtes, controlada por el macrismo. Un informe sobre el período 2012 de la Auditoría porteña, que conduce Cecilia Segura, indicaba que “Sbase ha delegado parte del proceso expropiatorio en una consultora, la cual es una sociedad que carece de antecedentes en el rubro y ha sido contratada bajo una modalidad no conforme a los procedimientos que en materia de contrataciones Sbase debe cumplir. Sbase cuenta con personal capacitado para realizar las mismas funciones, derivación que sin dudas significó una erogación innecesaria por parte de Sbase.

En algunas intervenciones que hizo esta consultora, acordaron hacer la expropiación del inmueble, pero luego devolverle al dueño el terreno que sobrara. Un informe de la Auditoría porteña del año pasado indica que en algunos casos, además, se agregó una cláusula por la cual si en dos años el gobierno porteño no devolvía la propiedad comenzaba a pagar una multa: “En caso de demora en la entrega, Sbase pagará a la expropiada la suma de 2000 pesos diarios de atraso hasta la efectiva entrega del mismo”.

Un ejemplo: el plazo para una de las propiedades en avenida Pueyrredón al 1400 se venció el 8 de febrero de este año. Según un calculo conservador que hizo el equipo de Eszteyn, con el atraso actual de las obras esto implicará una erogación adicional de 420 mil pesos. Un negocio redondo.

*Página 12

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