Caputo y otro negociado

Justo antes de que él y su grupo tomen las decisiones de devaluar, Luis Caputo, hoy presidente del Banco Central, compró dólares. Otro escándalo que lo llevaría a la cárcel en un país con jueces razonables.

Insensibilidad timbera

Lejos de pensar en el pueblo, Luis Caputo priorizó sus inversiones y compró dólares antes de la corrida cambiaria

Otra vez, un miembro del Gabinete nacional en el centro de la polémica. Se trata del titular del Banco Central y ex ministro de Finanzas, Luis Caputo, quien vendió todos sus Lebac y compró dólares a casi 10 pesos menos de lo que cotizan hoy en un clima de corrida cambiaria imparable.

Una clara muestra de que mientras la mayor parte de la población sufre el impacto feroz de la crisis económica, quien debería estar ocupándose de poner paños fríos al contexto con medidas concretas, está pensando en enriquecerse con la movida cambiaria.

Comparto entrevista en @somosradioam530: "Estamos pidiendo una interpelación a Dujovne y a Caputo porque tienen que explicar que hicieron con los dólares que entraron del préstamo del fondo”.#ExpliquenElRumbo https://t.co/JipqG1ovrS

— Roberto Salvarezza (@RCSalvarezza) August 31, 2018

El dato surge de un documento exhibido en el programa Brotes Verdes, de C5N, donde se informa cómo el funcionario pasó sus inversiones a la moneda estadounidense justo antes de que su precio se disparara bruscamente.

El informe indica que, en noviembre de 2017, Caputo tenía Lebacs por 8,5 millones de pesos, que en enero ya se habían convertido en casi 9 millones. No renovó las letras, pero sí compró dólares, moneda que en aquel momento cotizaba por debajo de los 19 pesos.

En el caso de que se denuncie la maniobra, la Justicia determinará si el ex ministro hizo uso de información privilegiada en beneficio propio.

Sin duda, una de las características más llamativas de la personalidad de Caputo es el desparpajo y la insensibilidad social, rasgos que lo han llevado a protagonizar varios papelones, desde por ejemplo pasar papelitos con leyendas infantiles a la diputada Gabriela Cerruti con el objetivo de persuadirla políticamente, hasta salir a cenar a un restaurante el mismo día de la escalada histórica del dólar, lo cual le costó un escrache público.