El referente energético de Macri fue gerente de Shell por 37 años. La puerta giratoria de negocios y política a costa del pueblo. El mismo que realizó fuga ilegal de divisas, intentó dar golpes de mercado, ahora moja el babero cuando imagina los negocios que le promete Macri. No todos están de acuerdo en Cambiemos.

Así lo describe el diario La Nación

Aranguren, el empresario que más se peleó con el Gobierno, dijo adiós a Shell

El presidente de la petrolera, que soportó casi 60 causas penales promovidas por el kirchnerismo, se despidió ante sus colegas; se sumará a los equipos técnicos de Pro

Francisco Olivera (26/06/15)

Fue casi imperceptible, pero, por un instante, al ingeniero químico se le cortó la voz. Ocurrió cuando Juan José Aranguren, presidente de Shell, que daba su último discurso y se disponía a presentar a su sucesor, Teófilo Lacroze, agradeció los 37 años al frente de la empresa que lo recibió como pasante. Fue breve porque, de inmediato, volvió a un discurso que parece recitar de memoria: lo importante es hacer siempre lo correcto, independientemente de las conveniencias, moverse según valores y, concepto explosivo aquí, defender los intereses de los accionistas. «Qué mal debemos estar si festejamos lo que es nuestra obligación», volvió a decir. Ocupará el cargo hasta el martes y luego se incorporará a los equipos técnicos de Mauricio Macri.

«Se va el primer dirigente que, con la Mesa de Enlace, se enfrentó a las arbitrariedades del Gobierno», resumió Luis Etchevehere, líder de la Rural. Lo aplaudía un público mayoritariamente afín, el petrolero, aunque no necesariamente benévolo para con él. Internas sectoriales: aunque sus pares han celebrado siempre su firmeza en los conflictos que tuvo con el Gobierno -acumuló casi 60 causas penales en su contra, un boicot y bloqueos piqueteros a 33 estaciones de la marca-, esa virtud dejó más de una vez en evidencia la vulnerabilidad de la industria. «Lo que pasa es que a veces es reservado, parco, y algunos colegas atribuyen eso a soberbia», lo defendió un competidor. Alejandro Bulgheroni (Pan American Energy), Gastón Remy (Dow), Carlos Grimaldi (Medanito), Tomás Hess (Exxon), Carlos Alfonsi (YPF), Carlos Ormaechea (Tecpetrol), por el lado empresarial, e incluso quienes fueron funcionarios durante el boicot, como Cristian Folgar, se acercaron al festejo. Miguel Galuccio, líder de YPF, uno de los competidores con quien más discutió, lo invitó a almorzar esta semana, le regaló un obsequio de la compañía y lo llamó por teléfono para explicarle que no podría estar.

La conducción de Aranguren coincide casi exactamente con la duración del kirchnerismo, el lapso más turbulento de relación del establishment con el poder político en demoracia: asumió a principios de 2003 y se va ahora. «Juanjo es un tipo de principios -lo definió Grimaldi-. En su lugar, cualquier argentino se habría excusado ante la casa matriz y habría cedido, pero él no es pragmático: es un principista». Ese permanente contrapunto con sus patrones pasó acaso inadvertido por sus críticos: allá por 2005, cuando el sentido común habría obligado a una negociación frente a Kirchner, el primer logro de Aranguren fue convencer a la casa matriz de que valía la pena ese conflicto en un país periférico y de que él, como CEO, lo podría sobrellevar.

El resultado fue auspicioso: por el boicot, Shell quedó exenta de vender a pérdida, pudo exportar y se convirtió en la única refinadora con números positivos de 2005. Algo similar le pasó con los dividendos: a fines de 2012, en pleno cepo, se presentó con un escribano ante el HSBC y la línea de operaciones del Banco Central, incluida su presidenta, Mercedes Marcó del Pont, y exhortó a todos a permitirle repatriar 20 millones de dólares o, de lo contrario, indicarles qué norma escrita lo prohibía. Caso contrario, amenazó, denunciaría a cada uno en la Justicia. Como el cepo es de palabra, aceptaron y sacó, casi como ninguna otra compañía, los 20 millones.

¿Fueron patriadas personalistas? ¿Buscaba hacer política, como dijo siempre Julio De Vido? ¿Podría haber hecho lo mismo sin Shell detrás? Quedará entre las incógnitas de un sector que, ayer, con su sola presencia, acrecentó los contrastes: entre los asistentes estaba Roberto Brandt, uno de los ejecutivos más valiosos de esta industria, aquel N° 1 de Metrogas a quien, en el invierno de 2007, los accionistas British Gas y Repsol YPF echaron del cargo por pedido de Guillermo Moreno.

Ah, era una inversión

Cuando en enero de 2014 Shell comandada por Aranguren compró dólares por encima de su precio llamó la atención. ¿Qué empresario esta dispuesto a “tirar la plata”? Ahora hay una hipótesis razonable, apuntaban a horadar el gobierno y quedarse con YPF.

“NO INDUCIMOS LA SUBA NI DESESTABILIZAMOS”

Shell y el dólar a 8,70

Por Raúl Dellatorre

Tras ser imputada por el ministro Axel Kicillof de haber comprado dólares en el mercado mayorista por encima del valor vigente para impulsar una suba, la empresa Shell decidió hacer público su punto de vista. Niega haber pagado un sobreprecio y rechaza que la operación pueda ser considerada “evidencia de una supuesta conducta desestabilizadora”. El propio titular de Shell Argentina, Juan José Aranguren, resolvió salir al ruedo para retrucar al ministro y hacer escuchar su campana, derecho que reclamó además en una misiva dirigida al autor de esta nota, en referencia a la mención y comentarios de aquella denuncia en el Panorama Económico de la edición de este diario del sábado último.

La operación en cuestión fue efectuada el jueves 23 en el mercado de cambios mayorista (MULC, mercado único libre de cambios), jornada en la cual, tras una apertura en un valor de referencia de 7,14, el dólar habría trepado en las primeras operaciones a 7,30 pesos, según las referencias del mercado. Ese día, según informa ahora la petrolera angloholandesa, Shell debía vender divisas por exportaciones por 3.000.178,38 dólares y comprar divisas para importaciones por 3.561.454 dólares y pago de dividendos por un millón de dólares. La posición neta resultante, entonces, era compradora por 1.561.275,62 dólares. Esta operación se concretó a un precio de 8,70 pesos, es decir, un peso con 40 centavos por encima del valor que, según las propias referencias del mercado, regía en los momentos previos.

La explicación que ofrece Aranguren, para desmentir supuestas maniobras de manipulación del precio para inducir a la suba, es la siguiente:

“Cuando nuestra oficina de Tesorería Regional (Río de Janeiro) le da instrucciones al banco (HSBC, operador en comercio exterior de Shell en el país) para que opere, éste le informa de la evolución del mercado y se le confirma o no la instrucción para que compre o venda (…). El jueves, cuando el banco informó que no había punta vendedora (precio para los dólares ofrecidos a la venta), y el Gobierno había dicho a través de la conferencia diaria del jefe de Gabinete que dejaría, como el día anterior, que el mercado se regule solo, se le dio la instrucción de comprar, sabiendo que había un spread grande entre (dólar) comprador y vendedor, cerrando cambio a 8,70. Luego, el BCRA decidió intervenir, para hacerlo bajar a 7,75”.

El titular de Shell refirió en su carta que “Shell, como la mayoría de las empresas petroleras, operan con frecuencia diaria en el comercio exterior”, tanto en transacciones de venta de dólares (por exportación de excedentes) como de compra (para importaciones o pago de dividendos al exterior). “Las fechas en las que debemos hacerlo no podemos elegirlas libremente, porque existen compromisos de pagos negociados con proveedores del exterior y regulaciones locales para liquidar dentro de un determinado plazo nuestras exportaciones (…): Asimismo, el Banco Central nos solicita con una anticipación semanal las operaciones que vamos a cursar en cada día de la semana siguiente, operaciones que son confirmadas en el día anterior. Ergo, el BCRA está perfectamente al tanto de nuestras obligaciones y requerimientos.”

Sin embargo, el informe sobre las operaciones realizadas en la semana por Shell en el mercado libre de cambios dan cuenta del inusual precio convalidado el jueves. El lunes no operó; el martes vendió casi 3,4 millones de dólares a 6,8850 pesos; el miércoles compró 1,6 millón a 6,8960; el jueves ocurre la compra de 1,56 millón de dólares a 8,70 pesos y el viernes, tras la intervención oficial estableciendo una referencia de 8 pesos, compró 3,2 millones de dólares a 8,03.

El párrafo del Panorama Económico cuestionado por Aranguren refiere a “conductas desestabilizadoras de parte de importantes corporaciones empresarias” y señala a la operación de compra de Shell a precio inusual (la nota hablaba de 8,40, pero Shell informa que fue a 8,70 pesos) como una “evidencia”. Aranguren detalla en su carta las operaciones referidas y concluye que los comentarios sobre la conducta de Shell (la nota no se refiere a la suya en particular) no se ajustan a la realidad. Es su punto de vista. Lo que sí se puede compartir es que “sería muy saludable”, como sostiene, transparentar toda la operatoria con divisas. No sólo la de Shell, sino la de los bancos, fundamentalmente, así como el cumplimiento de los plazos de liquidación por parte de otros exportadores.

Fuente: Página 12

No todos están de acuerdo

Radicales del equipo del gobernador electo de Mendoza, Alfredo Cornejo, salieron a diferenciarse de la propuesta reprivatizadora. Es el caso de diputado nacional Enrique Vaquié, quien con su objeción trae a la discusión el consenso que podrían tener la políticas de un eventual gobierno de Macri.

Radicales en contra

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