CONADU, el gremio de los docentes universitarios, se pronunció contra el dispositivo de evaluación lanzado por el macrismo.

La CONADU expresa su preocupación por el operativo APRENDER que el Ministerio de Educación y Deportes de la Nación planea aplicar, con carácter obligatorio, los días 18 y 19 de octubre sobre 1.400.000 estudiantes de escuelas de jurisdicciones provinciales y de universidades nacionales con el objetivo de ser “evaluados” en sus conocimientos de Lengua, Matemática, Ciencias Sociales y Ciencias Naturales, según el año que cursen.

Rechazamos la implementación de esta herramienta por múltiples razones. Entre ellas:

Porque al tratarse de pruebas de respuesta cerrada se consolida la idea de que aprender es poder mostrar resultados y no retoma la dimensión procesual de la enseñanza ni del aprendizaje.

Porque reproduce la cuestionable consigna de que la calidad de un sistema educativo público se reduce al manejo, por parte de los estudiantes, de un conjunto de saberes disciplinares, ocultando de este modo la ambigüedad del propio concepto de “calidad educativa” así como sus posibles usos políticos posteriores.

Porque re-introduce el modelo, hegemónico durante los 90, de que los docentes son meros “aplicadores” de instrumentos elaborados fuera de las aulas por sujetos técnicos y/o especialistas en cuestiones educativas. De este modo, no sólo se desplazan de la escena los fines políticos que todo sistema educativo público postula y propicia, sino que se reduce la tarea de los docentes a la de simples mediadores de un proceso de instrucción con finalidades que desconocen.

Porque vulnera los derechos de los trabajadores docentes al prescribirles funciones que van más allá de sus tareas habituales contenidas en el Convenio Colectivo de Trabajo.

Porque desconoce las finalidades políticas, democratizadoras y de inclusión de estos colegios y escuelas, que de ninguna manera pueden ser “medidas” por una evaluación estandarizada.

Porque estamos convencidos de que la evaluación de una institución de enseñanza pública — como son los colegios de las universidades nacionales— tiene que ser un proceso de toda la comunidad.

Porque queremos una enseñanza que involucre a nuestros estudiantes en los complejos procesos de la vida democrática y no que los instruya en los saberes que los mercados requieran eventualmente para su desarrollo.

PORQUE EL PROCESO DE “APRENDER” NO SE REDUCE A MOSTRAR RESULTADOS.

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